La reciente visita del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, a Panamá marcó un hito en las relaciones bilaterales de defensa, con la firma de un acuerdo que otorga a los buques de guerra y naves auxiliares estadounidenses prioridad y paso gratuito por el Canal de Panamá. La medida, anunciada oficialmente el 11 de abril por el Departamento de Defensa de EE.UU., forma parte de una estrategia más amplia para reforzar la cooperación militar regional y contrarrestar la creciente influencia de China en uno de los corredores marítimos más estratégicos del mundo.
Durante el encuentro, Hegseth planteó además la posibilidad de restablecer una presencia militar estadounidense permanente en el país, mediante la reactivación de instalaciones como la antigua base aérea de Howard y la estación naval de Rodman, empleadas por EE.UU. durante la administración de la Zona del Canal. No obstante, esta propuesta fue rechazada de forma categórica por las autoridades panameñas, que recordaron que el retorno de tropas extranjeras sería incompatible con los Tratados Torrijos-Carter de 1977 y con el principio de soberanía nacional.
A pesar de esta tensión diplomática, el acuerdo principal representa un cambio significativo en la postura de defensa regional. Incluye un Memorando de Entendimiento sobre actividades de seguridad cooperativa y una Declaración Conjunta sobre la seguridad y operación del canal.
Los documentos autorizan el uso de tres instalaciones clave en Panamá por parte de las fuerzas estadounidenses: el aeropuerto internacional Panamá Pacífico (ex base Howard), la base naval Vasco Núñez de Balboa (ex Rodman) y la base aeronaval Cristóbal Colón. Aunque el gobierno panameño insiste en que no se trata de bases permanentes, ya se han desplegado tropas y medios en el país, incluyendo una compañía de infantería de marina, cuatro cazas F-18 y más de mil efectivos.
El hospital naval USNS Comfort también tiene previsto realizar misiones humanitarias en el país, y se anunció que el ejercicio multinacional PANAMAX será reactivado en 2026.
Estas acciones ocurren en un contexto de creciente preocupación de Washington por la presencia de empresas chinas en infraestructura crítica cerca del canal, especialmente CK Hutchison, que opera terminales portuarias en ambos extremos de la vía interoceánica. El gobierno de Trump ha instado a sus aliados regionales a alejarse de la inversión china, y recientemente Panamá se retiró de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, además de iniciar auditorías a varios contratos firmados con firmas chinas.
En Washington, los acuerdos han sido celebrados como un avance estratégico que garantiza capacidad de respuesta y movilidad entre los océanos Atlántico y Pacífico. Sin embargo, en Panamá han generado críticas internas. Legisladores de oposición y organizaciones civiles han cuestionado la falta de transparencia en las negociaciones y advierten que la medida podría debilitar la soberanía nacional.
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Estados Unidos propone presencia militar en Panamá mientras sus buques obtienen prioridad en el Canal |