El Gobierno de Estados Unidos decidió suspender toda la ayuda extranjera destinada a Colombia, según una nueva directriz firmada por el secretario de Estado, Marco Rubio. Esta medida, que congela la asistencia financiera y recursos de cooperación, se aplica a todos los países, con excepción de Israel y Egipto, hasta que se lleve a cabo una revisión exhaustiva de cada concesión, alineándola con los intereses y la agenda del presidente estadounidense.
La decisión, que marca un cambio significativo en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Colombia, generó sorpresa en el país. La suspensión de la ayuda se produce en un contexto de tensiones internacionales, con la administración de Trump buscando reorientar sus políticas exteriores para que respondan a las prioridades estratégicas del Gobierno.
El anuncio llegó este viernes a través de un cable global enviado por la Oficina de Ayuda Exterior del Departamento de Estado a todas las oficinas diplomáticas y consulares de Estados Unidos. La directriz prohíbe la publicación de nuevas solicitudes de financiamiento y paraliza cualquier tipo de contrato o subvención en curso.
Colombia, uno de los principales receptores de ayuda estadounidense en la región, queda en una posición de vulnerabilidad. "No se asignarán nuevos fondos (...) hasta que cada nueva concesión o prolongación propuesta haya sido revisada y aprobada", de acuerdo con "la agenda del presidente" Donald Trump, se lee en la nota oficial.
El memorando de Rubio, que justifica el congelamiento, afirma que es imposible para la nueva administración evaluar si los compromisos de ayuda exterior existentes "no están duplicados, son efectivos y son consistentes con la política exterior del presidente Trump".
El republicano aseguró en el decreto que "la industria y la burocracia de ayuda exterior de Estados Unidos no están alineadas con los intereses estadounidenses y, en muchos casos, son contrarias a los valores estadounidenses".
La razón detrás de este congelamiento a la ayuda internacional radica en la orden ejecutiva que firmó Trump en su primer día de mandato. Se trata de la “reevaluación y realineamiento de la ayuda exterior de Estados Unidos”, un decreto que suspende todo el dinero que el país envía para financiar proyectos en otros países o para ayudar a las demás naciones que atraviesan situaciones de emergencia.
La orden ejecutiva suspende todas las ayudas por un período de 90 días mientras se determina cuáles están “totalmente alineadas con la política exterior del Presidente de los Estados Unidos”. El texto argumenta que “la industria y la burocracia de ayuda exterior no están alineadas con los intereses estadounidenses” y que en realidad “sirven para desestabilizar la paz mundial al promover en países extranjeros ideas que son directamente opuestas a las relaciones armoniosas”.
El decreto, que entra en vigencia inmediatamente, encomienda al Secretario de Estado Marco Rubio y al director de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) Russell Vough la tarea de revisar todos los derroteros que tiene el gobierno federal en ayuda exterior.
La orden ya se había anticipado desde antes de la posesión. De hecho, Rubio ya había adelantado la vara con la que determinarán el futuro de las ayudas. “Cada dólar que gastamos, cada programa que financiamos, y cada política que perseguimos debe justificarse con la respuesta a tres preguntas simples: ¿Hace que Estados Unidos sea más seguro? ¿Hace que Estados Unidos sea más fuerte? ¿Hace que Estados Unidos sea más próspero?”, dijo a los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que le dio el aval para ejercer el cargo el pasado lunes.
Según el informe más reciente de la administración de Joe Biden, fechado en diciembre del año fiscal 2023, Estados Unidos comprometió un total de USD68.000 millones en asistencia para 204 países y regiones. Entre los principales beneficiarios figuran Israel (USD3.300 millones), Egipto (USD1.500 millones) y Jordania (USD1.700 millones), naciones que probablemente mantendrán sus niveles de financiamiento debido a acuerdos de largo plazo y compromisos derivados de tratados internacionales. Sin embargo, otros países podrían enfrentar recortes significativos, y Colombia se encuentra entre los más afectados.
En años recientes, la ayuda de Estados Unidos a Colombia ya había mostrado una tendencia a la disminución. En 2023, el Congreso estadounidense aprobó un rubro de USD456 millones, que se redujo a USD410 millones anuales bajo la Resolución de Continuidad del presupuesto 2024. De este monto, USD134 millones estaban destinados específicamente a la lucha contra el narcotráfico. Ahora, con la nueva directriz del gobierno de Trump, esos recursos están en riesgo, a falta de una revisión definitiva para 2025.
Estados Unidos congela toda la ayuda internacional a Colombia en medio de revisión de políticas exteriores |