La entrega de los cazas Gripen E/F de fabricación sueca a la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), uno de los proyectos estratégicos más importantes del país, sufrirá nuevos retrasos debido a limitaciones presupuestarias del país sudamericano. La FAB confirmó a la cadena de noticias CNN Brasil que se encuentra renegociando el cronograma con el fabricante sueco Saab, lo que podría posponer la llegada de la última de las 36 aeronaves hasta la próxima década.
El contrato original con Saab, firmado en 2014, contempla la entrega de 36 cazas Gripen por un valor de 39.8 mil millones de coronas suecas (aproximadamente 21 mil millones de reales). El acuerdo preveía que todas las unidades fueran entregadas para finales de 2024, pero la pandemia y la crisis presupuestaria obligaron a modificar el cronograma, extendiendo la fecha de finalización a 2027. No obstante, según una fuente del gobierno brasileño, la última aeronave de esta serie no llegará hasta después de 2030, debido a la falta de recursos disponibles para cumplir con los plazos establecidos.
Hasta octubre de 2024, la FAB ha recibido ocho unidades del modelo JAS-39E, el cual tiene un solo asiento y está destinado a misiones operativas de seguridad y defensa. Además, otra unidad está en Brasil como plataforma de pruebas y evaluación.
La versión F, que tiene dos asientos y está diseñada para entrenamientos y misiones especializadas, aún no ha sido entregada. La entrega de las últimas aeronaves ahora se contempla para principios de la próxima década, con las entregas finales programadas para algún momento entre 2030 y 2035, según lo informado por la fuente gubernamental.
De acuerdo con el último Informe de Datos de Gestión de la FAB, entre 2016 y 2019 los desembolsos de recursos fueron acordes con lo planeado. Sin embargo, desde 2020, los recursos disponibles han sido inferiores a lo presupuestado, lo que ha generado un desajuste con el cronograma original. Esto ha obligado a la FAB a renegociar el calendario de entregas con Saab para ajustarlo a la disponibilidad presupuestaria actual.
La FAB, al ser consultada sobre el tema, confirmó los hechos y afirmó que, “en cuanto a la adecuación del cronograma de entregas, cabe informar que depende de la disponibilidad presupuestaria y que los niveles obtenidos han sido inferiores a los necesarios para el proyecto. En este contexto, actualmente, se está negociando una adecuación del cronograma de entregas de las aeronaves F-39 Gripen a los niveles presupuestarios obtenidos en los últimos años, los cuales son inferiores a los necesarios para la conclusión del proyecto en los plazos actualmente vigentes.”
En este contexto, la FAB está considerando la opción de adquirir aeronaves usadas como solución temporal para suplir la falta de cazas modernos. Entre las opciones que se barajan se encuentran los modelos Gripen C/D, más antiguos que los actuales Gripen E/F, y los F-16 Fighting Falcon, que podrían provenir de países que tengan lotes disponibles en el mercado internacional. Se estima que los cazas de segunda mano podrían costar hasta un tercio del precio de los nuevos, lo que resultaría en una alternativa más asequible dada la situación financiera.
No obstante, la FAB aclaró que aún no se ha tomado una decisión respecto a la compra de aeronaves usadas y que está evaluando cuidadosamente todas las alternativas disponibles, teniendo en cuenta tanto las necesidades operativas como la disponibilidad presupuestaria.
“En relación con la adquisición de aeronaves usadas, se destaca que la Fuerza Aérea Brasileña está evaluando cuidadosamente las alternativas disponibles de acuerdo con sus necesidades operativas y la disponibilidad presupuestaria, sin que exista en este momento una definición sobre el tema”, concluye la nota de la FAB enviada a CNN Brasil.
El retraso en la entrega de los Gripen ha generado una serie de críticas por el impacto que tendrá en la capacidad de defensa aérea de Brasil. Además, los cazas AMX y F-5 Tiger II de la FAB están próximos a alcanzar el límite de horas de vuelo permitidas, lo que agravará aún más la situación.
Esta coyuntura obliga a la FAB a buscar soluciones inmediatas para reforzar su flota, y la opción de adquirir cazas de segunda mano se ha vuelto cada vez más viable. Sin embargo, la adquisición de aeronaves usadas también podría implicar desafíos logísticos y operacionales.
La entrega de cazas Saab Gripen para Brasil se retrasará hasta la próxima década por problemas presupuestarios |