En el marco de la próxima cumbre del G20 en Río de Janeiro, que se celebrará los días 18 y 19 de noviembre, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, propondrá una ambiciosa oferta de armamento a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Esta propuesta incluye el renombrado avión de combate Dassault Rafale como posible reemplazo para la envejecida flota de cazas AMX de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), junto con otros sistemas de defensa que abarcan las necesidades de las tres ramas de las Fuerzas Armadas de Brasil.
Según información proporcionada por el periodista brasileño Claudio Dantas, el plan de Francia contempla una oferta que abarca no solo la venta de 24 aviones Rafale, sino también 50 helicópteros Airbus H145, 36 obuses autopropulsados Caesar de 155 mm y un submarino Scorpene adicional. La oferta, de ser aceptada, significaría una profunda modernización en las capacidades militares de Brasil y una significativa carga de trabajo para la industria de defensa nacional, especialmente para la filial brasileña de Airbus Helicopters, Helibras.
El Rafale, uno de los cazas polivalentes más avanzados del mundo, no es nuevo en la historia de las relaciones de defensa entre Brasil y Francia. Antes de que la FAB seleccionara al Gripen E/F de Saab en 2013, Brasil y Francia habían avanzado en las negociaciones para la adquisición del Rafale, en un acuerdo inicial entre los presidentes Lula da Silva y Nicolas Sarkozy.
Este avión francés ofrecía ventajas destacadas, especialmente en alcance y capacidad de carga, dos elementos críticos para la proyección de poder y defensa de un país con la extensión territorial de Brasil. Sin embargo, el proceso de selección enfrentó controversias y fue finalmente abandonado en favor del Gripen, que destacó por su menor costo operativo y un atractivo paquete de transferencia tecnológica.
Actualmente, la FAB opera el AMX, un avión de ataque ligero subsónico desarrollado en conjunto con Italia y que ha sido un pilar en las misiones de ataque y apoyo aéreo. No obstante, tras más de tres décadas de servicio, el AMX se encuentra en la fase final de su vida útil, como lo evidenció su reciente retiro en la Fuerza Aérea Italiana. Esta situación ha llevado a la FAB a evaluar opciones para reemplazarlo (entre ellas los F-16 estadounidenses), y el Rafale surge como una alternativa viable para ampliar las capacidades de ataque de la fuerza aérea brasileña.
El F-39 Gripen, el caza de nueva generación que Brasil ha elegido para sustituir su flota de combate principal, tiene capacidades suficientes para cubrir la mayoría de las misiones que actualmente realiza el AMX. Sin embargo, el Rafale podría complementar el papel del Gripen, aportando un mayor alcance, mayor carga de armas y capacidades avanzadas de supervivencia en combate, lo que permitiría a Brasil configurar su defensa aérea bajo el concepto de "High-Low Mix", combinando cazas ligeros y medianos para responder de manera flexible a distintos tipos de amenazas.
La situación de seguridad en América Latina, si bien relativamente estable, enfrenta desafíos crecientes debido a la renovación de las flotas de combate en países de la región y el incremento en la cooperación de algunos países sudamericanos con potencias extranjeras. En este contexto, reforzar su capacidad disuasoria podría ser una estrategia prudente para Brasil, permitiéndole mantener una ventaja tecnológica y de alcance sobre otras fuerzas aéreas regionales.
Con su oferta de armamento y apoyo industrial, Francia no solo busca fortalecer sus relaciones con Brasil, sino también asegurar un aliado estratégico en Sudamérica. La incorporación del Rafale permitiría a Brasil mantener su supremacía aérea, dotando a la FAB de una plataforma avanzada que complementaría la versatilidad del Gripen en un contexto de defensa integral.
La oferta de Francia no se limita a la transferencia de equipo militar; también podría representar una significativa carga de trabajo y transferencia de tecnología para la industria de defensa brasileña. La posible producción de helicópteros H145 a través de Helibras fortalecería el sector local, al igual que la incorporación de sistemas de artillería y submarinos que requerirían capacitación y soporte a largo plazo.
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| Francia ofrecerá a Brasil 24 cazas Rafale, 50 helicópteros H145, un submarino Scorpene y 36 obuses autopropulsados Caesar |
