En una reciente medida estratégica, el Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció la extensión de la vida operativa de 12 destructores clase Arleigh Burke (DDG 51) Flight I. Esta extensión, confirmada por el secretario de la Marina, Carlos Del Toro, permitirá que estos buques permanezcan en servicio más allá de su vida útil inicial de 35 años, sumando un total de 48 años adicionales de operatividad entre 2028 y 2035. La decisión responde a las restricciones presupuestarias que limitan la expansión de la flota, a la vez que busca contrarrestar el crecimiento militar de China en la región del Indo-Pacífico.
Tras una revisión detallada de la integridad estructural, capacidad de combate y viabilidad técnica de cada buque, el Departamento de la Marina concluyó que estos destructores mantienen condiciones adecuadas para seguir operando en el escenario global. Los Arleigh Burke, con su capacidad de ataque aéreo, defensa contra misiles y operaciones antisubmarinas, representan un componente clave en la proyección de poder de la Armada estadounidense. Según Del Toro, estos buques son "esenciales para la disuasión estratégica", particularmente en áreas de alta tensión.
Por su parte, la almirante Lisa Franchetti, quien respalda la extensión, argumentó que la medida es parte de un enfoque centrado en mantener la preparación operativa y enfrentar las amenazas emergentes sin comprometer la cobertura en el Indo-Pacífico, una región de especial interés en la competencia estratégica con China.
La decisión de extender la vida de los destructores refleja los desafíos financieros que enfrenta la Armada. Los recortes presupuestarios han impactado directamente los planes de construcción de nuevos buques, incluidos submarinos de clase Virginia y fragatas clase Constellation. Estos recortes ralentizan el ritmo de crecimiento de la flota, lo que limita la capacidad de la Armada para desarrollar y desplegar unidades modernas y tecnológicamente avanzadas.
En lugar de invertir en nuevos buques, la Marina ha optado por mantener en operación las unidades actuales, un enfoque que, aunque asegura una capacidad operativa a corto plazo, podría limitar la capacidad de la flota para mantenerse al ritmo de los avances tecnológicos. Con un presupuesto reducido para investigación y desarrollo, afectado este año por una disminución del 30% en la financiación, se teme que la Armada pueda perder competitividad en dominios emergentes como la ciberseguridad y la guerra de información.
En el contexto de la competencia tecnológica y militar con China, la decisión de extender la vida útil de los destructores podría tener consecuencias a largo plazo. Expertos advierten que esta estrategia de ahorro podría obstaculizar la innovación dentro de la Armada. La modernización de la flota no solo se ha ralentizado, sino que las limitaciones presupuestarias también afectan el desarrollo de capacidades avanzadas que son esenciales para mantener la ventaja estratégica de Estados Unidos en el Indo-Pacífico.
Mientras tanto, China continúa expandiendo su poder naval y ha incrementado significativamente su presupuesto de defensa, lo que le permite innovar en áreas como misiles hipersónicos y tecnología de buques no tripulados. Estados Unidos, al concentrarse en el mantenimiento de sus activos actuales en lugar de invertir en nuevas plataformas, podría enfrentar un desafío mayor en el futuro si las tensiones en el Indo-Pacífico continúan escalando.
La extensión de la vida útil de los destructores clase Arleigh Burke subraya los esfuerzos de Estados Unidos por mantener su presencia en regiones estratégicas clave a pesar de las limitaciones presupuestarias. Sin embargo, esta estrategia también plantea preguntas sobre la preparación a largo plazo de la Armada para enfrentar una competencia militar cada vez más avanzada por parte de China y otros rivales globales. Mantener una flota moderna y tecnológicamente avanzada será crucial en la defensa de los intereses estadounidenses en un panorama de seguridad en constante evolución.
Estados Unidos extiende la vida útil de los destructores Arleigh Burke en respuesta al desafío de China |