En el marco de una visita oficial, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, y el canciller alemán, Olaf Scholz, anunciaron el fortalecimiento de la cooperación entre ambos países en áreas clave, como la defensa y el comercio. Durante la rueda de prensa conjunta celebrada en el Palacio de Dolmabahçe en Estambul, Scholz subrayó el compromiso de Alemania con la provisión de armas y plataformas militares a Turquía, destacando la importancia de su alianza dentro de la OTAN.
Uno de los puntos más importantes de la reunión fue la reciente recuperación en las relaciones comerciales, con un volumen de intercambio que ha alcanzado los 50.000 millones de dólares en lo que va del año, y con la expectativa de que esta cifra aumente a 60.000 millones en 2024. Erdoğan expresó su optimismo en dejar atrás las dificultades previas en la adquisición de productos de la industria de defensa, lo que augura una mayor cooperación entre ambos países en este sector.
Al ser consultado sobre las ventas de armas, Scholz confirmó que, como miembros de la OTAN, Alemania y Turquía han tomado decisiones conjuntas recientemente, y que se esperan más avances. Entre estos proyectos se destacó la posible adquisición de cazas Eurofighter por parte de Turquía, un tema en fase preliminar. El canciller indicó que el Reino Unido ya ha iniciado negociaciones técnicas, sugiriendo que pronto habrá más desarrollo en este campo.
"Hay proyectos en fase inicial; Reino Unido está llevando a cabo negociaciones y habrá avances en este campo", agregó el canciller, en aparente referencia a la venta de cazas, impulsada por Londres pero hasta ahora desaprobada por Berlín.
La mención a la exportación de armamento también incluyó la aprobación reciente de la venta de torpedos y misiles alemanes para la Marina turca, por un valor de varios cientos de millones de euros. Este paso marca una profundización en la relación militar entre ambos países, pese a las reticencias iniciales por parte de Berlín, particularmente en la venta de sistemas de mayor envergadura como los cazas Eurofighter.
La reunión entre Erdoğan y Scholz también abordó temas de relevancia internacional, como la invasión rusa a Ucrania y el conflicto entre Israel y Palestina. A pesar de las diferencias de enfoque, ambos líderes coincidieron en la necesidad de alcanzar un alto el fuego en Gaza que permita iniciar negociaciones para la creación de un Estado palestino, aunque sus posturas sobre la situación en la región fueron marcadamente divergentes.
Mientras Erdoğan acusó a Israel de cometer un "genocidio" en Gaza, Scholz defendió el derecho de Israel a protegerse, subrayando que cualquier acción debe estar en línea con el derecho internacional. La disparidad en sus opiniones sobre el conflicto reflejó las tensiones latentes entre Turquía y algunos de sus aliados occidentales, pero no impidió que ambos mandatarios reiteraran su compromiso de cooperación en materia de defensa.
Este encuentro marca un nuevo capítulo en la relación germano-turca, con expectativas de un mayor intercambio comercial y una colaboración militar más estrecha, en un momento crítico para la seguridad y estabilidad regional.
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