La Marina de Guerra de Brasil botó este viernes al mar la primera de cuatro modernas fragatas que le encomendó al grupo alemán Thyssenkrupp Marine Systems con la condición de que fueran construidas en el país.
La embarcación de 107,2 metros de eslora y 5,2 metros de calado fue botada en una ceremonia en el astillero que el grupo alemán tiene en el puerto de Itajaí, en el sureño estado de Santa Catarina, que constó con la participación del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Los cuatro navíos son de la clase Tamandaré, que la Marina concibió inicialmente como corbetas escolta pero que, ante las modificaciones negociadas con los constructoras para atender las necesidades de Brasil, fueron convertidas en fragatas.
La primera de las fragatas fue bautizada como Tamandaré, el mismo nombre del programa y de la clase de embarcaciones, y estará en pruebas hasta el próximo año, cuando será incorporado a la flota de la Marina.
La entrega de las otras tres fragatas está prevista para los próximos cuatro años: la Jerônimo Albuquerque en 2026, la Cunha Moreira en 2027 y la Mariz e Barros en 2028.
En el discurso que pronunció en la ceremonia de lanzamiento del navío, Lula destacó la importancia de las inversiones en defensa no solo para garantizar la soberanía del país sino también para impulsar la industria militar y la propia economía brasileña.
"El poder de compra del estado brasileño puede y debe ser utilizado para fortalecer esta estructura productiva y estimular la generación de nuevas tecnologías y empleos. (...) La construcción de las cuatro fragatas contratadas se realiza en un astillero de Brasil con una gran participación de la industria nacional. También implica transferencia de tecnología y generación de 8 mil empleos directos e indirectos, el aumento de la recaudación fiscal en los tres niveles de gobierno y el fortalecimiento del núcleo del Poder Naval para misiones de defensa de la Patria", afirmó el Presidente Lula en su discurso.
“La industria de defensa es estratégica para cualquier país. Y en Brasil asume una mayor importancia por generar innovaciones y permitir el dominio de un segmento estratégico desde el punto de vista geopolítico. Además, incentiva el desarrollo de otras cadenas productivas”, dijo.
Según Lula, el programa de construcción de las fragatas tiene una importante participación de la industria brasileña, involucra transferencia de tecnología y genera cerca de 8.000 empleos.
El Ministro José Mucio también destacó los beneficios derivados de las inversiones en Defensa. "Por ejemplo, en el caso de la Marina, tenemos proyectos aquí, en Itajaí; en Itaguaí; en el Arsenal de Marina de Río de Janeiro; y en Aracruz, en Espírito Santo, generando más empleo e ingresos, transferencia de tecnología, capacitación de mano de obra altamente calificada y fomento de la industria nacional, lo que se traduce en bienestar social, llevando más prosperidad y dignidad a las familias brasileñas", dijo.
Las fragatas comenzaron a ser construidas en septiembre de 2022 en el astillero Thyssenkrupp Estaleiro Brasil Sul por un consorcio liderado por Thyssenkrupp Marine Systems, del que también forman parte las brasileñas Embraer y Atech.
Este consorcio, que se adjudicó el contrato de cerca de 1.900 millones de dólares de la Marina, se comprometió a construir cuatro modernas embarcaciones a partir de adaptaciones de las corbetas alemanas de tipo Meko A100, que ya son operadas por 15 países, entre los cuales están Australia, Argentina y Portugal.
Brasil botó al mar la primera fragata Clase Tamandaré construida en el país |