Después de dos años de la orden expresa impartida por el presidente Gustavo Petro para no bombardear campamentos terroristas, el gobierno nacional ha autorizado finalmente una de estas operaciones en el departamento del Cauca, marcando el primer uso de esta táctica militar bajo su administración.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, informó sobre la operación, afirmando que los bombardeos se realizaron exclusivamente "para facilitar la llegada al territorio de soldados" y "no contra objetivos humanos", asegurando que eran necesarios para despejar el área de minas y artefactos explosivos. Sin embargo, esta acción tardía ha sido recibida con críticas, cuestionando por qué el gobierno no ha actuado más decididamente contra las disidencias de las FARC, a pesar de los continuos actos de violencia en la región.
El reciente ataque en el corregimiento de El Plateado en Argelia (Cauca), donde un menor perdió la vida y varios civiles resultaron heridos debido a un explosivo lanzado por un dron de las disidencias, subraya la gravedad de la amenaza que representan estos grupos terroristas. Sin embargo, el enfoque del gobierno, según Velásquez, ha sido evitar bombardeos que pudieran causar bajas entre menores de edad reclutados por estos grupos.
Hubo bombardeos para facilitar la llegada al territorio de soldados. No hubo bombardeos contra objetivos humanos. Los bombardeos se realizaron para garantizar la seguridad, dispersando de cualquier lugar, pero especialmente frente a la gran posibilidad de la existencia de minas, artefactos explosivos en la zona donde debía llegar este grueso de soldados de manera que no corrieran ningún riesgo para sus vidas. Esa fue la única razón de los bombardeos,” afirmó el ministro Velásquez. Esta postura, aunque basada en una preocupación legítima por la protección de menores, ha sido criticada por muchos sectores como insuficiente e ilógica.
El jefe de la cartera de Defensa destacó que estos bombardeos fueron una medida preventiva basada en información de inteligencia y verificaciones del ejército y la Fuerza Aérea, que identificaron la zona como un área potencialmente minada y peligrosa.
“No tengo la cifra exacta del área afectada, pero sé que había un área determinada que estaba dentro de las verificaciones. Además, de parte de la inteligencia, de parte del ejército, de la Fuerza Aérea, que era una zona absolutamente desnudada,” agregó Velásquez.
Por su parte, el almirante Francisco Cubides, comandante de las Fuerzas Militares, afirmó que: “las Fuerzas Militares no tienen ningún sitio vedado en el territorio colombiano y que las únicas capacidades de la Armada, de la Fuerza de Ejército están obviamente al servicio de los colombianos (...) insisto, este tipo de operación nunca ha estado restringida. Esta operación, obviamente, requiere de un análisis, de un estudio muy detallado en el tema de inteligencia para que, en lo menos, puedan atacar o afectar a las poblaciones que no son combatientes”.
Según se conoció por lo menos cuatro bombardeos se han registrado en la zona, todo esto para recuperar el control territorial del departamento del Cauca, tras los fuertes combates que se han registrado entre las disidencias y el Ejército Nacional.
“Estamos atacando a las estructuras en lo más alto de las montañas, con el fin de atacar las economías ilícitas que afectan a la población civil”, agregó el comandante del Comando Específico del Cauca, el general Federico Mejía.
El argumento de Velásquez de que los bombardeos eran una medida "preventiva" para proteger a los soldados y no una ofensiva directa contra los grupos armados, ha generado escepticismo. La falta de acciones decisivas anteriores ha permitido a las disidencias consolidar su control territorial y continuar con sus actividades ilícitas, como el tráfico de drogas, que financian su guerra contra el Estado.
Para paliar la falta de apoyo aéreo decisivo, como lo son las misiones de bombardeo de la Fuerza Aérea Colombiana, la ofensiva militar que sostiene el Ejército en Cauca, se ha utilizado diferentes tipos de sistemas artillería para combatir las disidencias de las Farc del Bloque Occidental. En el Cañón del Micay se utilizaron misiles tipo Spike para atacar un campamento del Frente Carlos Patiño, con resultados muy modestos a comparación de un bombardeo. De igual manera el Ejercito se ha visto abocado al empleo extensivo de obuses de 105mm y 155mm.
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| Después de dos años de inacción, Gobierno Petro autoriza bombardeos en el Cauca, pero no contra campamentos terroristas |
