Los líderes de los países del Grupo de los Siete (G7) alcanzaron este jueves un principio de acuerdo para conceder préstamos por valor de 50.000 millones de dólares a Ucrania, utilizando los intereses de los activos soberanos rusos congelados después de que Moscú invadió a su país vecino en 2022.
El acuerdo político fue la pieza central de la jornada inaugural de la cumbre anual de líderes del G7 en el sur de Italia, a la que asistió por segundo año consecutivo el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky.
Al margen de la cumbre, Zelensky declaró que había firmado un acuerdo de seguridad de 10 años con Japón y que este país proporcionaría a Ucrania 4.500 millones de dólares este año. Zelensky también firmó más tarde un nuevo acuerdo de seguridad a largo plazo con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El plan del G7 para Ucrania se basa en un préstamo plurianual con cargo a los beneficios de unos 300.000 millones de dólares de fondos rusos incautados. Los detalles técnicos se ultimarán en las próximas semanas, dijo a la agencia Reuters una fuente diplomática del G7. La fuente, que pidió no ser nombrada, dijo que la financiación adicional llegaría a finales de este año.
Estados Unidos había acordado aportar por su cuenta hasta 50.000 millones de dólares, dijo un funcionario estadounidense de alto rango, pero ese monto podría bajar significativamente a medida que otros países anuncien su participación.
El objetivo del acuerdo era garantizar que pueda funcionar durante años independientemente de quién esté en el poder en cada uno de los Estados del G7, un guiño a las preocupaciones de que el candidato presidencial republicano estadounidense Donald Trump pueda simpatizar mucho menos con Kiev si vence a Biden en las elecciones de noviembre, según una persona cercana a las conversaciones.
Rusia considera criminales los intentos de Occidente de quedarse con los ingresos de sus activos congelados, dijo el jueves la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova, quien añadió que la respuesta de Moscú sería muy dolorosa para la Unión Europea.
Los países occidentales también se mostraron unánimes en su preocupación por el exceso de capacidad industrial de China, que según ellos está distorsionando los mercados mundiales, y en su determinación de ayudar a los Estados africanos a desarrollar sus economías, dijeron los diplomáticos.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, tachó de “robo” la congelación de activos rusos en Occidente y advirtió de que esta acción no quedará impune.
“A pesar de toda la verborrea, el robo sigue siendo un robo. Y no quedará impune”, dijo el jefe del Kremlin durante una intervención ante la plana mayor del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia transmitida en directo por la televisión estatal.
Agregó que los países occidentales “congelaron parte de las reservas de divisas y activos rusos y ahora piensan en cómo sentar una base jurídica para apropiarse definitivamente de ellos”.
“Darán paso más hacia la destrucción del sistema que ellos mismos crearon y que durante muchas décadas aseguró su prosperidad, les permitió consumir más de lo que ganan, a través de deudas y obligaciones para captar dinero de todo el mundo”, dijo Putin.
Países del G7 acuerdan préstamo de 50.000 millones de dólares a Ucrania usando los activos rusos congelados |