El comandante de la Fuerza Aérea Colombiana, general Luis Córdoba Avendaño, ha confirmado la urgente necesidad de renovar la flota de aviones de combate Kfir en un plazo máximo de cinco años. En declaraciones a El Espectador, el alto oficial subrayó que la obsolescencia de estos aviones representa un desafío significativo para la seguridad y defensa del país, por lo que la renovación se presenta como una prioridad ineludible.
Durante su reciente viaje a Suecia junto al presidente Gustavo Petro, el comandante Córdoba Avendaño, aseguró que está en el país escandinavo para analizar la oferta de la firma Saab y su avión Gripen E/F, que se suma a las que ya hicieron empresas de España, Francia y Estados Unidos.
"Estamos buscando la mejor opción disponible en el mercado para fortalecer nuestra seguridad y defensa. Como es bien sabido, la flota Kfir está llegando a su periodo de extinción en su operación. Tendremos que hacer la renovación de la flota y en este sentido estamos explorando todas las oportunidades que hay en el mercado para poder buscar la mejor opción para el país", afirmó el general Avendaño. "Es crucial no solo reemplazar nuestras aeronaves obsoletas, sino también aprovechar esta oportunidad para impulsar el desarrollo tecnológico y fortalecer la industria aeroespacial nacional."
Colombia, según el comandante, tiene como objetivo no solo adquirir nuevas aeronaves, sino también establecer acuerdos de cooperación que permitan a la industria local participar en la producción y desarrollo continuo de tecnología aeronáutica y espacial. Este enfoque no solo garantizaría la seguridad nacional, sino que también impulsaría el crecimiento económico y social del país.
"La visita a Suecia tiene que ver indudablemente con esa posibilidad, así como se ha buscado también con otros países. Desde el punto de vista técnico, la Fuerza Aérea buscará dar la mejor opción para el país, la mejor recomendación para su seguridad y defensa. Además, hay que buscar buenas opciones en cuanto a desarrollo tecnológico, porque normalmente este tipo de proyectos lo que buscan es también tener un retorno desde el punto de vista de la compensación industrial; se busca que haya un desarrollo posterior y paralelo a la renovación de las aeronaves con el fortalecimiento de la industria aeroespacial, e incluso apoyo al área social del país" destacó Córdoba.
La decisión final sobre el reemplazo de la flota Kfir se basará en recomendaciones técnicas detalladas presentadas al presidente de la República. El general Avendaño anticipó que el proceso de negociación y adquisición podría completarse en un plazo acelerado, con la meta de tener las nuevas aeronaves operativas en un plazo de cuatro a cinco años.
"Eso depende también de la negociación que se pueda dar, pero se busca que sea lo más pronto dado que el tiempo de vida empieza a extinguirse de forma acelerada. Esto de alguna manera nos va a permitir que, en un plazo de ojalá unos cuatro, máximo cinco años, ya podamos tener la solución para el país. En máximo cinco años debemos tener la renovación de los Kfir" explicó el oficial.
"Es esencial actuar rápidamente, dado que nuestras actuales aeronaves están alcanzando el final de su vida útil", explicó el general. "La complejidad logística de mantener aviones obsoletos es considerable y costosa, lo que subraya la urgencia de este proceso de renovación."
El comandante también abordó los desafíos adicionales que enfrenta la flota aérea de Colombia, incluyendo el mantenimiento de otras aeronaves en un estado operativo óptimo. A pesar de estos desafíos, enfatizó el compromiso del gobierno colombiano en asegurar que todas las aeronaves de la Fuerza Pública estén adecuadamente mantenidas y preparadas para responder a las demandas de seguridad del país.
Para cumplir con el ambicioso plazo de renovación de la flota de aviones de combate en cinco años, es imperativo que Colombia firme contratos de adquisición de manera inmediata. Los plazos de entrega para aeronaves de este tipo suelen ser extensos debido a la complejidad de la fabricación y a la alta demanda global.
Ejemplos recientes, como la adquisición por parte de otros países de aviones de combate como los Rafale franceses y los F-16 estadounidenses, muestran que los procesos desde la firma del contrato hasta la entrega final pueden extenderse por varios años, incluso con modificaciones específicas según las necesidades del cliente y los requisitos de fabricación.
En el caso de los aviones de combate Rafale, por ejemplo, el proceso de negociación y entrega puede abarcar varios años, considerando aspectos como la personalización de las aeronaves según las especificaciones del comprador y la integración de sistemas de armamento avanzados. De manera similar, los F-16, a pesar de ser aviones consolidados en el mercado, requieren tiempo considerable para su producción y entrega debido a la alta demanda y backlog de la compañía.
Ante esta realidad, Colombia debe actuar con celeridad en la selección del proveedor y la firma del contrato correspondiente, asegurando así que los plazos establecidos para la renovación de su flota de aviones de combate se cumplan sin contratiempos y con la garantía de obtener a tiempo los sistemas aéreos necesarios para mantener y fortalecer su capacidad de defensa nacional.
La Fuerza Aérea Colombiana quiere tener el reemplazo del Kfir en máximo cinco años, y para eso necesita firmar un contrato inmediatamente |