Colombia vivió este fin de semana, una nueva polémica generada, nuevamente, por las actividades del Presidente de la República, Gustavo Petro, quien se encontraba en un viaje a París (Francia) para cumplir con su agenda en el marco de la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial, evento que fue convocado por el presidente francés Emmanuel Macron.
El mandatario emprendió viaje a ese país el pasado 20 de junio y estaba previsto que estuviera hasta el 23 del mismo mes, sin embargo, en las últimas hora de su gira por tierras europeas surgió un cambio en la agenda, que puso a patinar a los periodistas que lo acompañaban y que causó revuelo al otro lado del Océano Atlántico porque nadie supo cual fue el paradero del primer mandatario.
Inicialmente el cambio en el itinerario, según el embajador designado de Colombia en Francia, Alfonso Prada, estuvo relacionado con una reunión que sostendría el político izquierdista con Eric Trappier y altos ejecutivos de la empresa aeronáutica Dassault, la cual fabrica el avión de combate Rafale y es una de las más fuertes opcionadas para remplazar la flotilla de aviones de superioridad aérea (Kfir COA) de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC).
Según reportó Caracol Radio, el embajador Prada, aseguró que la negociación por estos modernos y costosos aviones de combate se tocó en el encuentro con el presidente Emmanuel Macron, esto a pesar que el mandatario colombiano previamente aseguró a dicha emisora que este asunto no se había abordado.
"Aunque la reunión no significaría un acuerdo, el Gobierno aclaró que aún no se ha firmado ningún contrato, con esta negociación se podría adquirir de aquí a 10 años un total de 16 aviones Rafale" destacó dicho medio de comunicación que cubrió el periplo del Presidente por el viejo continente.
Según W Radio, la reunión con los líderes de la empresa francesa tenía como fin poner sobre la mesa nuevas condiciones para la posible compra de 16 aviones que reemplazarían las aeronaves Kfir que actualmente usa la Fuerza Aérea Colombiana.
"Una parte de la reunión que tuvo el presidente Petro con su homólogo francés, Emmanuel Macron, se concentró en este punto, ya que el Gobierno puso nuevas condiciones para la compra" afirmaron desde ese medio.
Según reportaron los periodistas que cubrieron el viaje, la reunión se llevaría a cabo a las 11:00 de la mañana del domingo 25 de junio, hora de Francia, lo que obligó al Gobierno a tramitar, la extensión del decreto por el cual se delegan unas funciones legales y constitucionales ante la ausencia del presidente en territorio colombiano.
Esta decisión de Petro generó una fuerte polémica en el país, lo cual provocó que el embajador en Francia, Alfonso Prada, saliera al paso y argumentara que el presidente Petro canceló dicha reunión. De acuerdo con El periódico Colombiano, fuentes de la Casa de Nariño aseguraron que esa era la única reunión de su agenda pública y que el mandatario pidió agenda privada, como cuando lo hace cuando necesita atender asuntos personales y familiares.
La polémica aumentó cuando diversos periodistas indagaron sobre el paradero del presidente y la Casa de Nariño no proporcionó respuestas, es decir, el primer mandatario y comandante en jefe de las Fuerzas Militares de Colombia, estuvo deambulando por París sin que se conociera su paradero.
La extraña "desaparición" de un jefe de estado de la importancia de Gustavo Petro deja muchas dudas y preguntas en la opinión pública, especialmente cuando un tema tan delicado y oneroso, como lo es la compra de una flotilla de aviones de combate de última generación, está relacionada.
Surgen preguntas como: ¿Está el Presidente Gustavo Petro negociando a escondidas la compra de aviones Dassault Rafale para la Fuerza Aérea Colombiana?, ¿Se llevó a cabo la reunión con el presidente de Dassault o están ocultando dicho encuentro por las repercusiones mediáticas y de opinión?, ¿Está dispuesto el primer mandatario a reunirse en las mismas condiciones con los demás oferentes del proceso?, ¿Existen garantías de un proceso transparente en el proyecto de compras de nuevas aeronaves? y si no se llevó a cabo la reunión con Dassault, ¿A qué se dedicó el primer mandatario durante ese día en París?.
Para aumentar la polémica, El Tiempo, el principal diario de Colombia, indagó con el equipo de prensa de presidencia si dicha reunión se efectuó y la respuesta fue "que sí", lo cual aumenta las dudas sobre la reunión y una posible negociación tras bambalinas de un negocio que rondaría (de seleccionarse los aviones franceses) los 4000 millones de Euros.
Cabe destacar que en diciembre de 2022, el gobierno de Gustavo Petro ya había "preseleccionado" el Dassault Rafale como el nuevo avión de combate de la Fuerza Aérea Colombiana, por lo que el favoritismo del mandatario por este avión, que apareció en último momento en el proceso de selección, es evidente.
A través de un comunicado de prensa, emitido el pasado 21 de diciembre, Petro aseguró que: "como comandante de las Fuerzas Militares y en respaldo al proyecto que lleva más de 12 años de estudio en el Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea Colombiana, tomo la decisión de iniciar el proceso de renovación de la flota de superioridad aérea".
Según el gobierno, renovar es necesario debido a que la flota actual ha tenido más de 42 años de uso (más de 30 años de operación en Colombia). Su operación y mantenimiento es costosa y puede ser riesgosa. Colombia es hoy prácticamente el único operador de la plataforma Kfir. Eso quiere decir que no se producen aeronaves ni repuestos; es decir, es una capacidad insostenible.
"Los colombianos deben contar con unas Fuerzas Militares equipadas, profesionales y capaces de protegernos de cualquier amenaza. No basta con pilotos con actitud, entrega y determinación, dispuestos a dar la vida, si es necesario. Lamentablemente, con la flota actual, se han presentado cuatro accidentes, en uno de ellos un piloto falleció" destacaron de la Casa de Nariño.
"Las limitaciones que presentan los aviones K-FIR dificultan las acciones para garantizar la interdicción aérea, la lucha contra el crimen organizado y la soberanía nacional. Por ejemplo, ante una situación de emergencia, hoy un avión K-FIR no tiene la autonomía para ir a San Andrés y volver sin el apoyo de un avión tanquero que lo abastezca de combustible durante el vuelo" revelaron desde el gobierno.
El Gobierno estudió tres ofertas (una de Estados Unidos, una de Francia y una de Suecia) e hizo la preselección de la propuesta presentada por el Gobierno de Francia, para la adquisición de 16 aviones Rafale. Las otras opciones presentadas a Colombia fueron los aviones Gripen (de fabricación sueca) y F-16 (de fabricación estadounidense).
"Hasta el momento, la propuesta de los aviones Rafale es la mejor opción para el país en relación precio, eficiencia y operatividad. Una hora de vuelo de un avión Rafale es aproximadamente 30 % más barata que la hora de vuelo de un K-FIR (estimada en 89 millones de pesos)" afirmó el gobierno de Colombia.
Dicho proceso se cayó a los pocos días del anuncio de Petro. Según el ministro de defensa Iván Velásquez, porque" las negociaciones con el fabricante aeronáutico Dasault, que ofrece el avión de combate Rafale, no llegaron a buen puerto y todo el contrato y la intención de adquirir dichos aviones se frustró".
"Desafortunadamente en las pre-negociaciones que se adelantaron finalizando el año no logramos concretar, ni con los franceses ni con los suecos, es decir que ya se venció el CONPES que permitía esa adquisición por 678 millones de dólares. De manera que ya será objeto de una nueva revisión este año, la definición de la posibilidad de la adquisición de aviones y naturalmente la expedición de un nuevo CONPES con ese propósito" indicó el ministro.
Sobre los motivos de la caída del acuerdo que se estaba negociando con la firma Dassault Aviation, el ministro expresó que: "Una situación inicial que se planteó era que se podría hacer el contrato por la cantidad que estaba aprobada en el CONPES, es decir por los 678 millones de dólares. Esto equivaldría más o menos a tres Rafale o a unos cinco Gripen. Algunos de estos oferentes no les interesaba que [el acuerdo] fuera solo por tres o cinco aviones, sino que debía ser por los dieciséis, que es lo que está proyectado para adquirirse en el Sistema de Defensa SIDEN, que es un un proyecto de inversión a largo plazo".
"Es decir, esa fue una dificultad, pero también en la revisión de aspectos técnicos y la manera como se entregarían los aviones, si totalmente equipados o parcialmente equipados, en eso hubo una discusión insalvable que finalmente llevó a que se frustrara la pre-negociación" destacó Iván Velásquez.
Según lo expresado por el Ministro, la empresa Dassault Aviation, que era con quien se estaba pre-negociando la compra de aviones, no le interesaba que se compraran de tres a cinco unidades, si no el lote completo de 16 aparatos y que sin eso el negocio ya no les parecía tan interesante.
Cuestionado por este punto, el Ministro Velásquez afirmó "Así es, por lo menos para la discusión en ese momento. En todo caso estábamos con mucha limitación en el tiempo, porque todo esto tendría que haber concluido con con la firma de un acuerdo antes de del 31 de diciembre y eso fue realmente muy complicado".
¿Está Petro negociando a escondidas la compra de aviones Dassault Rafale para la Fuerza Aérea Colombiana? |