El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este jueves que el Gobierno de Argentina podría comprar el avión presidencial Boeing 787-8, que ha estado en venta desde el principio de su administración, en 2018.
“Ya se agotó la capacidad, el tiempo de vida útil del avión presidencial de Argentina, entonces les mandamos decir: ahí está, llévense el avión nuestro, además, es un gobierno amigo”, señaló el mandatario durante su rueda de prensa matutina.
El Gobierno de Alberto Fernández sacó en abril pasado una licitación para reemplazar el Tango 01, una de las emblemáticas piezas de la flota aérea presidencial argentina. Al enterarse de esto, el mandatario mexicano, que lleva tres años y medio sin saber qué hacer con la aeronave que compraron y usaron sus antecesores, se la ha ofertado.
El mayor problema está en la diferencia de números: Argentina prevé usar hasta 20 millones de dólares, menos de un quinto de lo ofertado por la aeronave mexicana. López Obrador reconoció que el avión mexicano está valuado en 110 millones de dólares “y ellos reservaron 30 millones de dólares”, aunque aseguró que todavía no descartan que puedan dar esa cantidad como un anticipo “y en plazo paguen después el resto”.
Afirmó que el avión presidencial de México se adquirió en una época "faraónica" y fue un “muy mal negocio” para el pueblo mexicano.
El avión presidencial de México lleva desde diciembre de 2018 dando vueltas sin destino. La nave fue adquirida por 218 millones de dólares en 2012 por el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012). Llegó al país en 2016 durante la Administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018), quien lo utilizó dos años hasta dejar el cargo. Al tomar el poder, López Obrador anunció que no lo usaría y, en su lugar, lo vendería. Ante la falta de compradores, llevó adelante una rifa simbólica, donde los ganadores obtuvieron premios millonarios, pero no el avión en sí.
El presidente, quien promueve un estilo de vida austero como filosofía política, ha optado por no usar el avión y viajar en vuelos comerciales, además de prohibir a funcionarios públicos que lo utilicen.
El Boeing B-787 Dreamliner, bautizado como“José María Morelos y Pavón” es un Boeing 787-8 fabricado en el año 2010 (con número de Serie: 40695) que tiene en su bitácora 1698 horas de vuelo en 873 ciclos.
Cuenta con una capacidad para transportar 80 pasajeros más la tripulación, una longitud de 56 metros, una velocidad crucero de 912km/h, un techo de servicio de 13,000 metros y dos motores General Electric GEnx eco-eficientes con los cuales puede transportar hasta 47 toneladas de carga con una autonomía de 14 horas de vuelo.
El avión posee además cuatro cabinas de pasajeros: Una para el grupo de Trabajo, área de asesores y ayudantes; un área de Comitiva Presidencial (funcionarios de Alto nivel), una zona de descanso, integrada por una pequeña oficina, recamara equipada con cama “King size”, regadera, caminadora; y un área de Prensa y cocina. Como dato adicional todo el avión cuenta con Internet de alta velocidad, cada asiento cuenta con pantalla de entretenimiento y servicio de teléfono satelital.
México sigue sin saber qué hacer con su avión presidencial y ahora se lo ofrece a Argentina a cuotas. |