La Marina de los Estados Unidos podría transferir a países aliados los buques de combate litoral (LCS) de la Clase Freedom que planea desmantelar durante los próximos meses, así lo aseguró el jefe de operaciones navales, el almirante Mike Gilday, el pasado 26 de mayo en una comparecencia ante el Comité de Apropiaciones del Senado estadounidense.
Al testificar ante los legisladores, Gilday sugirió que el panel evalúe la posibilidad de transferir los buques a países de América del Sur, donde los LCS podrían realizar operaciones antidrogas.
“Ahora, en términos de cuáles son las opciones en el futuro con estos buques, le ofrecería al subcomité que deberíamos considerar ofrecer estos barcos a otros países que podrían usarlos de manera efectiva. Hay países en América del Sur, que podrían usar estos buques que tienen tripulaciones pequeñas. Entonces, en lugar de solo considerar el desguace como la única opción, creo que hay otras que podemos considerar”, dijo Gilday al senador Jerry Moran.
Una gran cantidad de países amigos de los Estados Unidos han recibido buques de guerra de la US Navy una vez que estos han sido retirados del servicio por la institución naval norteamericana. Por ejemplo, la Marina de los EE.UU. transfirió en el pasado múltiples fragatas de la clase Oliver Hazard Perry a otras naciones, incluidas Turquía, Bahrein, Polonia y Pakistán.
La Armada de Estados Unidos busca desmantelar nueve buques tipo LCS de clase Freedom como parte de su propuesta de presupuesto para el año fiscal 2023, pero el plan ha recibido críticas de los legisladores, ya que ninguna de las avanzadas embarcaciones ha alcanzado el final de su vida útil esperada.
Gilday argumentó ante el Congreso, que la Armada quiere desguazar los buques porque no están diseñados y no resistirían en una posible guerra con China, país que ha sido catalogado recientemente por el Pentágono como una "amenaza creciente".
“Desafortunadamente, los Buque de Combate Litoral, aunque tuvieron problemas mecánicos considerables, la principal razón para desactivarlos es la falta de suficiente capacidad de combate contra un adversario como China. Un factor clave en la determinación que tomamos fue el paquete de guerra antisubmarina que se estaba desarrollando para la clase Freedom, el cual, simplemente era ineficaz" aseguró Gilday.
"Entonces nos negamos a poner un dólar adicional en ese sistema que no igualaría la amenaza submarina china. Ese fue un factor principal que nos llevó a determinar que esos buques, en relación con otros, simplemente no aportarán valor y capacidad de combate a la batalla”, agregó el oficial.
Los LCS de la clase Freedom han experimentado recientemente dos problemas importantes: una falla que se presenta a lo largo de toda la flota que involucra la transmisión que conecta las turbinas de gas con los motores diésel del buque y la dificultad para desplegar el paquete de guerra antisubmarina.
Para paliar estas falencias, la armada estadounidense introducirá sus nuevas fragatas de la clase Constellation (FFG-62) que estará enfocada en tener capacidad de guerra antisubmarina con el sonar de arrastre el CAPTAS-4 de Thales. Mientras tanto, la US Navy empleará otros activos de forma interina para realizar misiones ASW, como los destructores clase Arleigh Burke y los aviones patrulleros marítimos P-8A Poseidon.
Los nueve barcos de combate litoral de clase Freedom en servicio que la Marina de los EE. UU. propone desmantelar como parte del presupuesto del año fiscal 2023 son: el USS Fort Worth (LCS-3), USS Milwaukee (LCS-5), USS Detroit (LCS-7), USS Little Rock (LCS-9), USS Sioux City (LCS-11), USS Wichita (LCS-13), USS Billings (LCS-15), USS Indianapolis (LCS-17), USS St. Louis (LCS-19).
La Armada de EEUU quiere transferir sus Buques de Combate Litoral de la Clase Freedom a países aliados en Sudamérica. |