Rusia ha desplegado todo su arsenal disponible para combate a Ucrania. Muestra de ello es el reciente despliegue de los temidos vehículos de apoyo a tanques de guerra BMPT-72 'Terminator-2' del Ejército Ruso, los cuales fueron vistos operando en la región de Lugansk.
Concebido como una plataforma de múltiples armas, el vehículo está destinado a proteger a los tanques de los ataques de la infantería, sobre todo durante combates en áreas urbanas.
Los avanzados blindados tienen la única misión de brindar protección a los pesados tanques de guerra que, pese a su blindaje, son 'ciegos' ante las armas portátiles de la infantería enemiga, sobre todo en áreas urbanas.
Esta poderosa plataforma, que cuenta con una estación de armas operada de manera remota, incorpora dos cañones automáticos de 30 mm, misiles guiados antitanque Ataka-T y una ametralladora coaxial PKTM de 7,62 mm. Con una tripulación de tres personas, los Terminator-2 puede alcanzar velocidades de hasta 60 km/h.
Ese potente arsenal permite al Terminator-2 destruir objetivos ligeramente blindados, vehículos de combate de infantería y hasta tanques. Asimismo, la gran cadencia de fuego de sus cañones le posibilita derribar helicópteros y aviones que vuelen a baja velocidad y altitud.
Los vehículos de combate de apoyo a tanques están diseñados para realizar operaciones de combate formando parte de las formaciones blindadas (el Terminator-2 tiene la coraza y el chasis del tanque de batalla principal T-72), proporcionando apoyo de fuego a los tanques de guerra y participando en otros tipos de operaciones como podrían ser las antiterroristas.
El despliegue de estos blindados en Ucrania se produce tras un cambio en la estrategia militar rusa, luego de vergonzosos fracasos durante la guerra. Tras una primera fase en que fuerzas rusas atacaron masivamente las principales ciudades ucranianas al unísono, los esfuerzos de la ofensiva lanzada por Vladimir Putin se reconcentraron en la región oriental de Donbás, donde pretende capturar "el mayor territorio posible" bajo la justificación de defender a la población rusófona.
Un cambio de escenario que también vino acompañado de nuevas estrategias militares por parte de las fuerzas invasoras.
Si la primera etapa se caracterizó por los intentos de abrirse paso rápidamente con bombardeos, artillerías de largo alcance y largos convoys de tanques como sucedió sin éxito en la capital Kiev, por ejemplo, ahora esta segunda etapa está implicando un avance más metódico.
Una nueva estrategia que, debido a la consistente resistencia ucraniana y sus contrataques, parece encaminarse a un punto muerto y vislumbra una guerra más larga de lo esperado.
Ucrania ha resistido el embate ruso de una forma no prevista por el Kremlin, según coinciden los expertos en la materia. Ninguna ciudad importante ucraniana, salvo Jersón, cayó bajo control invasor. Rusia sufrió bajas militares significativas, tal y como reconoció el régimen de Vladimir Putin.
Rusia desplegó en Ucrania sus temidos blindados de apoyo a tanques de guerra BMPT-72 'Terminator-2' |