Tras un mes de combates que han producido ganancias territoriales limitadas y miles de bajas en sus filas, el Ejército Ruso dijo que está centrando sus esfuerzos en tomar el control total de la región ucraniana de Donbás, lo que podría ser una señal de que se está alejando de las esperanzas de tomar mayores extensiones del país y de derrocar al gobierno de Volodymyr Zelensky.
El alto mando del Ejército de Rusia dio este viernes prácticamente por terminada la primera etapa de la denominada "operación militar especial" lanzada en Ucrania el 24 de febrero pasado.
"En general, las principales misiones de la primera etapa de la operación han sido cumplidas", afirmó en una comparecencia de prensa el jefe adjunto del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia, coronel general Serguéi Rudskói.
Explicó que el potencial combativo de las Fuerzas Armadas de Ucrania "se ha reducido considerablemente", lo que permite -subrayó- "concentrar los esfuerzos en la consecución del objetivo principal: la liberación del Donbás".
El oficial afirmó que la operación es “exitosa”, Rudskoi destacó que las tropas rusas han rodeado varias ciudades importantes, pero que deliberadamente no intentaron tomarlas, sino que intentaron inmovilizar a las tropas ucranianas.
Sus comentarios fueron el informe oficial más detallado de la actuación militar rusa desde la invasión del 24 de febrero. Kiev y sus aliados occidentales han descrito la ofensiva militar de Moscú como estancada por la feroz resistencia ucraniana, así como por la mala planificación y logística.
Las tropas rusas no han capturado ninguna ciudad importante y los funcionarios occidentales estiman que pueden haber perdido hasta 15.000 muertos. Rudskoi cifró las pérdidas en 1.351 muertos y 3.835 heridos, el primer balance oficial desde el 2 de marzo. Dijo que las fuerzas rusas controlan el 93% de las denominadas República Popular de Luhansk y el 54% de la de Donetsk.
El presidente Vladimir Putin anunció originalmente la operación militar como una para tomar esas regiones separatistas, incluso mientras las fuerzas rusas atacaban Ucrania desde diferentes direcciones y avanzaban hacia Kiev y otras ciudades importantes.
Los funcionarios de Moscú dijeron que su objetivo era la plena “desmilitarización” y “desnazificación” de Ucrania. Kiev y sus aliados rechazan las afirmaciones rusas sobre la influencia neonazi como un sinsentido.
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