El Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas de Argentina estudian la posibilidad de adquirir submarinos convencionales a Francia para recuperar las capacidades militares perdidas, volver a contar con un arma estratégica de disuasión y ejercer la defensa en el extenso litoral marítimo argentino.
Según publicó el diario Clarín, se trataría de un proyecto a largo plazo que apunta a la compra de submarinos convencionales clase Scorpène desarrollados por la francesa Naval Group, pero en la variante que actualmente fabrica Brasil en sus astilleros en Río de Janeiro, indicaron al medio bonaerense altas fuentes militares.
En dicho análisis, recalca el medio aludiendo a sus fuentes, se considera como ventajas del modelo en estudio que tanto Chile como Brasil cuentan con submarinos de esta clase, lo que genera un estándar para operar regionalmente; y que una adquisición a Francia sacaría al país de las disyuntivas de quedar en medio de las disputas entre Estados Unidos y China, un asunto que atraviesa otro proyecto de la mayor relevancia, como es la compra de aviones caza.
Actualmente, Brasil se encuentra en la etapa de construcción de cuatro (4) unidades denominadas clase Riachuelo. Por su parte, Chile opera dos (2) submarinos de esta clase desde el año 2005, contando con el primero de su serie.
Según el diario, el costo de un submarino de estas características alcanzaría los 700 millones de dólares (US$ 2.800 millones por las 4 unidades, a lo que habría que sumar adicionalmente todo el aparataje anexo logístico, entrenamiento y sistemas de armas) por lo cual, y pese a que las Fuerzas Armadas cuentan con el Fondo Nacional para la Defensa (Fondef), una operación de esta envergadura requeriría de financiamiento internacional.
El Fondef sancionado por ley en 2020, que administra Defensa y el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas que conduce actualmente el teniente general Juan Martín Paleo, como organismo encargado del Planeamiento Estratégico Militar, contó el año pasado con alrededor de $35 mil millones de pesos (alrededor de US$ 320 millones). Esperan unos $69 millones para el actual ejercicio.
Después del naufragio del ARA San Juan, la Armada -que actualmente conduce el almirante Julio Horacio Guardia- elaboró el “Plan Génesis” sobre las condiciones que debería tener la “sexta generación” de submarinos, pensando en seis unidades con capacidad de patrullar por 90 días, con la premisa de que el submarino es “la única arma estratégica de que puede disponer” la Argentina para un control del extenso litoral marítimo en el Mar Argentino.
Consultados por Clarín, voceros del Ministerio de Defensa dijeron que “la intención del ministro (Jorge) Taiana de avanzar en alguna negociación para recuperar capacidades submarinas es uno de los ejes de su gestión”.
Taiana viajará al 15 de abril a Francia para la botadura del cuarto Patrullero Oceánico (OPV) adquirido justamente a Naval Group, y mantendrá una bilateral con su par francesa, Florence Parly, donde se estima que hablarán de la cuestión de los submarinos.
La posibilidad de los submarinos franceses se abrió como ventana de oportunidad hace poco, explicaron las fuentes militares. En setiembre del año pasado, Australia, El Reino Unido, y Estados Unidos, anunciaron la creación del llamado AUKUS (acrónimo en inglés de la suma de iniciales de los tres países), una alianza militar para contrarrestar el despliegue de China en la región del Índico y el Pacífico. Por este pacto trilateral, Australia canceló un multimillonario contrato con Francia para la compra de sus submarinos convencionales.
Argentina estudia la compra de cuatro submarinos Scorpène a Naval Group. |