Rusia tiene actualmente cerca de 122.000 soldados desplegados a 200 kilómetros de la frontera con Ucrania, según afirmó Oleksiy Danilov, secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania el pasado 22 de diciembre. El número de soldados rusos desplegados en la zona aumenta a 143.500 si se amplía ese radio a 400 kilómetros, dijo el funcionario.
Desde que Rusia lanzó su guerra no declarada contra Ucrania en 2014, la situación a lo largo de la línea fronteriza entre Ucrania y Rusia nunca ha estado tranquila, pero el liderazgo ucraniano "tiene la situación bajo control", según la declaración de Danilov.
"Entendemos lo que está pasando allí", dijo Danilov. "Y en caso de una escalada, y esto no puede suceder en un momento, por ejemplo, hoy mismo, debemos estar preparados y hacer un seguimiento de lo que está sucediendo".
Rusia ha provocado la última crisis de seguridad en la región al concentrar más de 100.000 soldados a lo largo de la frontera de Ucrania y los territorios de Donbás ocupados por separatistas. La rápida acumulación levantó las alarmas en Kiev y en Occidente por una posible invasión a gran escala, que, según la inteligencia ucraniana y occidental, podría iniciarse en enero o febrero. El Kremlin presentó públicamente amenazas y demandas contra la membresía de Ucrania en la OTAN.
A pesar de las múltiples advertencias de las potencias estadounidenses y europeas, así como de las conversaciones del presidente estadounidense Joe Biden con el presidente ruso Vladimir Putin el 7 de diciembre, Rusia no ha tomado medidas para reducir la escalada.
Según el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, a finales de diciembre el despliegue y la concentración militar rusa no se ha detenido y, de hecho, continúa creciendo. El 21 de diciembre, el jefe de la Alianza pidió a Moscú que celebrara una nueva reunión del Consejo OTAN-Rusia y entablara un diálogo sobre la crisis.
El 17 de diciembre, el Kremlin publicó dos borradores de tratados que supuestamente sugirió a Estados Unidos y la OTAN. El pacto exige que Occidente retire su presencia militar de Europa Central y Oriental y proporciona garantías formales de que la Alianza no se expandirá en la región, especialmente en Ucrania.
Mientras tanto, según informes de los medios de comunicación estadounidenses, la administración Biden está considerando ayudar a las fuerzas ucranianas que podrían librar una guerra de guerrillas contra el ejército ruso en caso de ocupación.