Taiwán ha incorporado en su fuerza aérea una de las versiones más avanzada del avión de combate F-16 Fighting Falcon al mismo tiempo que la isla autónoma intensifica sus capacidades de defensa frente a las continuas amenazas de China, que la considera como parte de su territorio.
La presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, inauguró este jueves 64 aviones de combate F-16V actualizados por el fabricante Lockheed Martin Corp, en la base de la fuerza aérea en Chiayi. Los cazas son una parte del total de 141 aeronaves F-16 A/B de Taiwán, un modelo más antiguo, de la década de 1990, que serán modernizados con las últimas tecnologías y cuyo programa de actualización culminaría en 2023. China ya ha anunciado sanciones a Lockheed Martin por vender armas a Taiwán.
El F-16V es la versión tecnológicamente más avanzada del famoso avión de combate multifunción, equipado con un radar tipo AESA Northrop Grumman AN/APG-83 Scalable Agile Beam Radar (SABR) que le permite rastrear más de 20 objetivos a la vez. También cuenta con sistemas de guerra electrónica de vanguardia, junto con armas avanzadas, navegación GPS de precisión y un sistema para evitar automáticamente colisiones con el suelo.
Otro avance importante es la introducción de un tren de aterrizaje más robusto, capaz de soportar cargas de combustible y armas más pesadas. Esto será especialmente importante para las misiones ofensivas del F-16V, que incluyen las anti-buques, utilizando el misil AGM-84 Harpoon. Otras capacidades de armas importantes que probablemente se incorporarán en el F-16V taiwanés incluyen el misil antirradiación de alta velocidad (HARM) AGM-88 para la supresión de defensas aéreas, el misil de largo alcance AGM-154 (JSOW) y el misil de ataque (SLAM-ER). De estos, el SLAM-ER con su alcance de 170 millas proporcionará una nueva y poderosa capacidad de ataque de precisión de largo alcance con un rango mayor y mejor precisión que los misiles chinos. Las ventas de JSOW y SLAM-ER a Taiwán se aprobaron en 2017 y 2020, respectivamente.
Los aviones representan uno de los más avanzados de la cuarta generación de aviones de combate, pero aún por debajo de la última quinta generación, como el F-22 y F-35 de EEUU, el Su-57 de Rusia y el J-20 de China. Taiwán ha planteado la idea de comprar aviones de quinta generación de EEUU, pero la actualización del F-16 se decidió como la medida más efectiva en las circunstancias actuales.
La introducción del F-16V es solo el comienzo de los planes de modernización de los cazas de ROCAF, ya que la administración de Donald Trump aprobó la venta a Taiwán de 66 aviones Block 70 F-16C/D adicionales de nueva construcción con una configuración general similar al F-16V. Se espera que las primeras entregas de estos aviones comiencen en 2023.
La fuerza aérea de Taiwán también opera el Dassault Mirage 2000 francés y los cazas AIDC F-CK Chingkuo de diseño y fabricación nacionales para una flota total de alrededor de 400. China, por el contrario, opera alrededor de 1.600 cazas, alrededor de la mitad de ellos con base en los teatros del este y el sur colindantes con Taiwán, junto con alrededor de 450 bombarderos.
Se considera que la superioridad de China tanto en calidad como en cantidad de aviones de combate cambia el equilibrio militar en el Estrecho de Taiwán a su favor, independientemente de la participación de las fuerzas estadounidenses.
Los F-16V pueden transportar misiles aire-aire AIM-9X Sidewinder avanzados de Raytheon Technologies Corp. Con las actualizaciones y la entrega planificada de 66 nuevos F-16V en 2023, Taiwán será el mayor operador de F-16 en Asia.
El proyecto de actualización muestra la solidez de la cooperación de Taiwán con la industria de defensa estadounidense y llega en un momento en que el estatus de la isla se ha convertido en un importante punto de tensión en la relación entre Estados Unidos y China. Pekín ha estado intensificando su amenaza enviando aviones de combate en formaciones a la zona de seguridad de Taiwán al suroeste de la isla de forma regular, junto con misiones de mayor alcance en el Pacífico Occidental.
China también ha aumentado su retórica, y el presidente Xi Jinping le dijo al presidente Joe Biden durante una cumbre virtual esta semana que los desafíos al reclamo de China sobre la isla equivalían a jugar con fuego.
El gigante asiático y Taiwán se separaron durante una guerra civil en 1949, y Pekín no ha descartado la fuerza para reunificarse con la isla. La política de “una sola China” de Estados Unidos reconoce a Pekín como el gobierno de China, pero permite relaciones informales y lazos de defensa con Taipei.
Taiwán pone en servicio 64 cazas F-16V Fighting Falcon en plena tensión con China |