El 5 de febrero de 1915, se creaba el arma de aviación, nueve meses después un día como hoy 15 de noviembre pero de 1915, se inauguraba la Escuela Nacional de Aviación, junto con los Talleres de construcciones aeronáuticas en los entonces llanos de Balbuena, en la Ciudad de México. La actual Escuela Militar de Aviación (Zapopan, Jalisco), instituto de educación militar que ha forjado los conocimientos y habilidades de los pilotos aviadores y en cuya fecha se festeja el Día del Piloto Aviador Militar.
Los primeros Pilotos Aviadores Militares fueron Alberto Leopoldo Salinas Carranza, Gustavo Salinas Camiña, Horacio Ruiz Gaviño y los hermanos Juan Pablo y Eduardo Aldasoro Suárez, quienes realizaron sus estudios en los Estados Unidos en 1912, por iniciativa del entonces presidente de la República, Francisco I. Madero quien fuera el primer jefe de Estado en el mundo en realizar un vuelo a bordo del “Deperdussin”, al mando del piloto francés George M. Dyott.
La integración de la mujer en el Curso de Formación de Oficiales de Fuerza Aérea Piloto Aviador, inició desde el año 2007, fortaleciendo la igualdad y equidad de género la Fuerza Aérea Mexicana.
El 16 de agosto de 2021, se creó la Dirección de Pilotos Aviadores cuya finalidad es contar con un organismo que permita eficientizar aún más la administración del capital humano, contribuyendo a una adecuada materialización de las operaciones aéreas que realiza la Fuerza Aérea Мexicana.
La Fuerza Aérea Mexicana cuenta con más de 1,400 pilotos aviadores entre hombres y mujeres distribuidas en las 19 Bases Aéreas Militares y 10 Estaciones Aéreas Militares del país, durante el presente año se han acumulado más de 52,500 horas de vuelo, lo que se traducen en 40,000 operaciones aéreas.
El teniente de Fuerza Aérea Piloto Aviador Josué Palomeque, integrante del Escuadrón Aéreo 401dotado con aviones Northrop F-5E/F “Tiger II” de fabricación estadounidense, teniendo como misiones entre otras el alertamiento aéreo, que es cuando una aeronave, por lo general jets ejecutivos son utilizados por la delincuencia organizada para el tráfico ilegal de sustancias y así inhibir este tipo de acciones.
El teniente Palomeque ingresó al sistema educativo militar a la edad de 20 años, posterior a los estudios de preparatoria, una vez aceptado en la Escuela Militar de Aviación durante el primer año recibió una formación teórica, a partir del segundo año se continua en una etapa de vuelo en simuladores para finalmente pasar a una etapa de vuelo real a bordo de Cessna C182, en el tercer año se emplea el avión alemán Grob G120TP el cual ya es una aeronave con una aviónica más avanzada la cual exige mayores conocimientos a los jóvenes pilotos. Finalmente en el cuarto año durante el paso por el “Escuadrón avanzado” se emplea el avión suizo Pilatus PC-7 donde se aprende a realizar maniobras y evoluciones más complejas, prácticas de tiro “aire – tierra” en el polígono de tiro en Santa Gertrudis, Chihuahua.
Para posteriormente una vez egresado de la EMA, ser incorporado en alguno de los diferentes escuadrones, ya sea de ala fija o de ala rotativa (helicópteros).
“Genera satisfacción, se siente bien, ser parte de los soldados que trabajan para el país”, “se siente bien hacer lo que a uno le gusta”, agregó.
El Escuadrón Aéreo 401 ubicado en la Base aérea de Santa Lucía cumplió este año 39 años de incansable servicio con una flota original de 12 aparatos, continúan siendo motivo de admiración por la velocidad que logran desempeñar sus aviones, el estruendo de sus motores y la evolución de diferentes maniobras acrobáticas admiradas y ovacionadas en los espectáculos aéreos o con increíbles pasadas sobre el público, como hace apenas unos días durante la ceremonia de inauguración del Gran Premio de México de la Fórmula 1.
La participación de un piloto militar en las paradas aéreas en el “mes patrio”, no solo se limita a la participación en el evento, sino también a los que se tengan que activar como reserva o sustitución por algún inconveniente; por lo que la continua preparación permite que cualquier piloto pueda desempeñar perfectamente ese papel durante las espectaculares formaciones que se observan en el cielo.
El Capitán Segundo de Fuerza Aérea Piloto Aviador Edgar Esponda, miembro del Escuadrón Aéreo 302, el cual es hogar de dos diferentes tipos de aviones, considerados como transportes pesados por su gran capacidad de carga, el Alenia C-27J “Spartan” y el Lockheed C-130 “Hércules” son aviones que se emplean para transporte de personal, de carga, para lanzamiento de aerotropas, evacuación aero medica, operaciones especiales, ó vuelos logísticos.
Sus pilotos son capacitados dentro y fuera del territorio nacional, para poder desempeñar perfectamente sus misiones las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año sin importar si es de día o de noche, ya que son considerados la columna vertebral del Plan DN-III-E de ayuda a la población en caso de desastre, en sus bodegas de carga pueden transportar hospitales de campaña, cocinas móviles, plantas purificadores de agua, alguna otra aeronave, o lo que sea necesario para establecer puentes aéreos ayudando a la población afectada.
Este escuadrón ha tenido el orgullo de poder ayudar no solo a la población mexicana, si no a países latinoamericanos que han sido afectados, por fenómenos hidrometeorológicos, en el marco del Plan Correcaminos de llevar vacunas contra la pandemia de Covid-19 que ha afectado el último año al mundo.
El Capitán Esponda relató que para lograr su meta de ser piloto aviador militar tuvo que realizar un segundo esfuerzo con mucha perseverancia para superar el proceso de selección, lo que demuestra su interés y pasión por alcanzar la meta de portar en su pecho las alas doradas de piloto. Durante su preparación en la Escuela Militar de Aviación el Capitán Esponda estuvo detrás de los mandos de diferentes aviones como el F-33E “Bonanza”, de instrucción primaria, el Aermacchi SF.260EU, el Pilatus PC-7.
Posteriormente fue asignado a una unidad, desempeñando labores de Búsqueda y reconocimiento con aviones Cessna, también fue promovido a un escuadrón de Hawker Beechcraft T-6C “Texan” II, para finalmente aterrizar en el Escuadron “Mamut”, donde ha tenido un mayor acercamiento con la población civil, pudiendo ayudar a mitigar su sufriendo por las afectaciones de las que hayan sido víctimas.
“El sentimiento de orgullo, de mucha satisfacción, cuando la gente recibe ayuda humanitaria, vacunas, etc. Las personas se acercan y nos agradece y reconoce nuestro trabajo”, menciono.
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