Turquía ha realizado una solicitud a Estados Unidos para comprar 40 aviones de combate F-16 fabricados por Lockheed Martin y adquirir cerca de 80 kits de mejoras para modernizar sus aviones de combate 'Fighting Falcon' existentes, debido a que la nación integrante de la OTAN busca modernizar su Fuerza Aérea después de que fracasara la compra de aviones F-35 de quinta generación.
Así lo aseguraron fuentes militares citadas por Reuters, quienes aseguraron que el acuerdo multimillonario aún se está abriendo camino a través del proceso de Ventas Militares al Extranjero, que está sujeto a la aprobación del Departamento de Estado de los EE. UU. y del Congreso del país norteamericano, instituciones que en cualquier momento pueden vetar el arreglo.
"Como cuestión de política, el Departamento no confirma un comentario sobre las ventas o transferencias de defensa propuestas hasta que hayan sido notificadas formalmente al Congreso", dijo un portavoz del Departamento de Estado ante el requerimiento de información presentado por la agencia de noticias. La embajada turca en Washington también declinó hacer comentarios.
Turquía había ordenado más de 100 aviones de combate F-35, también fabricados por Lockheed Martin, pero fue expulsada del programa en 2019 después de el gobierno de Recep Tayyip Erdoğan adquirió los sistemas de defensa antimisiles S-400 rusos.
La asociación de décadas entre los aliados de la OTAN ha atravesado una agitación sin precedentes en los últimos cinco años debido a desacuerdos sobre la participación turca en el conflicto sirio, los lazos más estrechos de Ankara con Moscú, sus ambiciones navales en el Mediterráneo oriental entre otros aspectos geopolíticos.
La solicitud de los aviones probablemente tendrá dificultades para obtener la aprobación del Congreso de los Estados Unidos, donde el sentimiento hacia Turquía se ha agriado profundamente en los últimos años, principalmente debido a la compra de Ankara de los S-400 y su problemático historial de derechos humanos.
La compra de Ankara de los S-400 también ha desencadenado sanciones estadounidenses. En diciembre de 2020, Washington incluyó en la lista negra a la Dirección de la Industria de Defensa de Turquía, a su jefe, Ismail Demir, y a otros tres empleados.
Desde entonces, Estados Unidos ha advertido repetidamente a Turquía que no compre más armamento ruso. Pero la semana pasada, el presidente turco, Tayyip Erdogan, indicó que Ankara todavía tenía la intención de comprar un segundo lote de armas antiaéreas S-400 a Rusia, una medida que podría profundizar la brecha con Washington.
Flota de cazas F-16 de Turquía. |