Luego de la simulación del terremoto que tuvo epicentro el área del Magdalena Centro, en Colombia, se desarrolló un nuevo ejercicio en el cual se llevó a cabo un simulacro de tsunami, el cual se desencadenaría en las costas de Coveñas, Sucre, lugar hasta el cual llegaron los participantes del Ejercicio de Ayuda Humanitaria de escala hemisférica ‘Ángel de los Andes III, Cooperación VII’, para desplegar sus capacidades de atención humanitaria.
Para el desarrollo de los diferentes escenarios de atención se mantuvo la dinámica a través de la cual su Fuerza Aérea Colombiana recibió el apoyo del Sistema de Cooperación entre Fuerzas Aéreas de Americana, SICOFAA, el cual puso a disposición el apoyo de los 15 países que la integran, desplegando personal para la atención humanitaria a bordo de las aeronaves participantes, en terreno y en mar abierto, para atender todos los posibles escenarios que se presentan durante este tipo de emergencias.
Para esto se realizó el lanzamiento de paracaidistas que atenderían la emergencia en tierra, así como personal en el mar que realizaría maniobras de extracción de posibles heridos en el mar, que son trasladados a un hospital de campaña donde el personal médico atiende y clasifica los heridos, para determinar su estado e incluso se realizó la evacuación aérea por parte de la Fuerza Aérea Hondureña de algunos de ellos, para que sean atendidos en hospitales de las principales ciudades aledañas.
"Unidos para salvar vidas" es el lema que convoca las Fuerzas Aéreas Americanas, preparándolas y entrenándolas para la atención integral en emergencias reales como miembros del SICOFAA, con el fin de fortalecer la acción conjunta en atención de emergencias como la Fuerza de Tarea Combinada del Continente.