La Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha diseñado, construido y volado en secreto al menos un prototipo de su enigmático avión de combate de sexta generación que se convertirá en el nuevo caza que reemplazará a los avanzados F-22 Raptor y F-35 Lighting II. Así lo confirmó Will Roper -Secretario Adjunto de la Fuerza Aérea de EEUU para adquisiciones, tecnología y logística- al portal especializado Defense News este 14 de septiembre.
"Ya hemos construido y volado un demostrador de vuelo a gran escala en el mundo real, y batimos récords al hacerlo", dijo Will Roper en una entrevista exclusiva que otorgó a Defense News previo a la Conferencia Aérea, Espacial y Cibernética de la Asociación de la Fuerza Aérea. "Estamos listos para avanzar y construir el avión de próxima generación de una manera que nunca antes había sucedido".
Este anuncio ha sorprendido a los expertos de defensa en todo el mundo, debido a que la última vez que un programa de este tipo se llevó a cabo fue hace más de 20 años con el desarrollo del Joint Strike Fighter, que culminó con la elección del F-35 de Lockheed Martin.
Casi todos los detalles sobre la aeronave son un misterio debido al nivel de secretismo que maneja la institución militar con el programa Next Generation Air Dominance NGAD (Dominio Aéreo de Próxima Generación por sus siglas en español). Además del próximo caza de superioridad aérea ,este programa también contempla una familia de sistemas de guerra aérea conectados que podrían incluir drones y otras plataformas interconectadas en red.
Según el portal estadounidense, Roper se negó a comentar sobre cuántos prototipos de aviones han volado o qué empresas contratistas de defensa los fabricaron. Tampoco quiso decir cuándo ni dónde ocurrió el primer vuelo y se negó a divulgar cualquier aspecto del diseño de la aeronave: su misión, si estaba diseñado para ser operado por tripulación humana o si por el contrario era autónomo, si podía volar a velocidades hipersónicas o si tenía características de sigilo.
Lo que sí destacó Roper, es que solo un año después de que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos completara un análisis de alternativas, la USAF fue capaz de demostrar que puede usar técnicas de fabricación avanzadas para construir y probar una versión virtual de su próximo caza, y luego pasar a construir un prototipo a gran escala y volarlo con sistemas de misión a bordo.
Ahora, el programa Next Generation Air Dominance, o NGAD, se encuentra en un punto de decisión. Roper se negó a decir qué tan rápido la Fuerza Aérea podría mover su caza de próxima generación a producción, excepto para decir "bastante rápido". Pero antes de que el servicio decida comenzar a producir una nueva generación de aviones de combate, debe determinar cuántos aviones se comprometerá a comprar y cuándo quiere comenzar a comprarlos, todas opciones que podrían influir en el presupuesto fiscal 2022.
Desde hace varios años la Fuerza Aérea de Estados Unidos finalizó los requisitos tecnológicos para que un nuevo y ultramoderno avión de combate entre en servicio en algún momento de la década del 2030. El nuevo caza reemplazará al Raptor F-22 y mantendrá la superioridad aérea estadounidense en futuros conflictos. El caza de sexta generación incorporará una serie de nuevas tecnologías que por ahora sólo existen en la mesa de dibujo.
Los EE.UU. no han diseñado un avión caza desde cero en más de veinte años, y el programa diferirá de los F-22 y F-35 radicalmente con el fin de hacerle frente a las nuevas realidades estratégicas. El diseño del nuevo avión tendrá un especial énfasis en el alcance, con el fin de volar misiones de escolta para los bombarderos B-2 y B-21 sobre Rusia y contra China en el teatro de operaciones de Asia-Pacífico. Este tipo de misiones eran impensables hace apenas cinco años.
Se estima que el nuevo avión también será furtivo y probablemente perderá los estabilizadores verticales que son estándar en todos los aviones de combate en la actualidad. Estas superficies aerodinámicas son los principales impedimentos para lograr un sigilo verdadero contra varios tipos de radares, y por esta razón fueron abandonados en el diseño del bombardero B-2 Spirit y de numerosos drones desarrollados en la actualidad.
La USAF también está desarrollando el proyecto llamado "Air-Air Air Dominance Air" que reemplazará los misiles de mediano alcance AIM-120 AMRAAM, que actualmente están siendo sobrepasados por misiles rusos y europeos como el Meteor.
La cereza en el pastel de este avión futurista será el empleo de armas láser que tendrán una gran capacidad destructiva, pero para llegar a eso, los ingenieros de la división de proyectos especiales de Northrop Grumman, deberán resolver el problema del manejo de la energía y la disipación de calor a bordo de la aeronave.
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