El Mar Mediterráneo occidental es el epicentro de una gran tensión entre Grecia y Turquía -dos países miembros de la OTAN- luego que el pasado lunes por la noche zarpara desde el puerto de Antalya el buque de prospección petrolera 'Oruç Reis' con destino a una zona marítima en disputa por los dos países. El navío, diseñado para estudiar el fondo marino en busca de gas o petróleo, iba escoltado por cinco buques de guerra de la Armada Turca y tenía como destino a las aguas del sur de la isla griega de Kastelórizo, lo que provocó una fuerte reacción griega.
El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan confirmó el despliegue de la flotilla asegurando -visiblemente enfadado- que: "De ninguna manera permitirá Turquía cualquier iniciativa que busque encerrarnos en nuestras costas. El Gobierno griego ha demostrado una vez más que no actúa de buena fe".
El presidente turco se refería al acuerdo firmado la semana pasada entre Grecia y Egipto en el cual se pactaron formalmente la delimitación de sus zonas económicas exclusivas (ZEE) y que afecta directamente las pretensiones territoriales turcas. El texto que busca legalizar las fronteras marítimas entre ambos países es una respuesta directa a un acuerdo similar concluido en noviembre pasado entre Turquía y el gobierno oficial con sede en Trípoli (Libia).
El pacto turco-libio, por el cual el territorio marítimo de Turquía es considerablemente ampliado, causó la furia de la mayoría de los países situados en el Mediterráneo oriental, encabezados por Grecia. El descubrimiento en los últimos años de vastos yacimientos gasíferos en el Mediterráneo oriental aumentó el apetito de los países de la zona como Grecia, Chipre, Turquía, Egipto e Israel.
En los últimos meses y semanas, la tensión en el Mediterráneo oriental -donde hay maniobras militares ya constantes- es máxima. El presidente francés, Emmanuel Macron, de hecho, envió este jueves dos aviones Rafale y dos buques para reforzar su presencia militar en la zona en contra de Turquía y hacer "respetar el derecho internacional".
El ministerio de Exteriores de Grecia afirmó que "Grecia no aceptará ningún chantaje. Defenderá su soberanía y derechos soberanos. Pedimos a Turquía que ponga fin de inmediato a sus acciones ilegales que socavan la paz y la seguridad en la región", agregando que el despliegue del buque de exploración, "combinado con la amplia movilización de unidades de la Armada turca, constituye una nueva y seria escalada".
Así mismo, el ministro de Exteriores griego, Nikos Dendias, se reunirá el viernes con su homólogo estadounidense Mike Pompeo en Viena. ”Las reuniones se centrarán en la evolución en el Mediterráneo oriental, dada la escalda de la provocación turca”, indicó el gobierno griego en un breve comunicado, mientras desplegaba buques de guerra para escoltar a la flotilla turca.
El Ejército griego fue puesto en alerta, mientras que el primer ministro Kyriakos Mitsotakis convocó al Consejo de Seguridad Nacional del Gobierno.
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