El ministro de Defensa de Argentina, Agustín Rossi, anunció que el Astillero Río Santiago finalizará la construcción de dos lanchas LICA que se utilizarán en la instrucción y adiestramiento de los cadetes de la Armada Argentina. Esta iniciativa colabora con el reequipamiento de las Fuerzas Armadas, a la vez que fomenta la industria para la defensa e impulsa el trabajo nacional.
“Para nosotros este nuevo contrato es muy importante porque nos permite finalizar con el proyecto de construcción de las dos lanchas de instrucción para la escuela naval que comenzamos en el año 2015”, explicó Rossi, desde la zona de construcción del astillero, y destacó: “Es una inversión que demandará alrededor de 80 millones de pesos específicamente para el astillero Río Santiago, y 20 millones de pesos para el astillero Tandanor (encargado de realizar una parte del eje de la lancha). Estamos hablando de una inversión de 100 millones de pesos, y de unos 500 trabajadores que involucrará la terminación de las lanchas.
Al hablar en el astillero, el titular de Defensa recordó que al asumir como ministro -en esta segunda etapa-, y visitar la Escuela Naval Militar pudo ver las dos lanchas LICA sin concluir su fabricación. “Es algo que sucede en Argentina y que nosotros tenemos que terminar. Cuando una obra se empieza y no se termina es la peor inversión que se puede hacer. Una de las prioridades que nos planteamos a partir de ese momento era generar las condiciones para poder terminar estas lanchas”, aseveró Rossi, y agradeció el compromiso del astillero, de la Armada y de la Subsecretaría de Logística del Ministerio de Defensa que “trabajaron para celebrar este nuevo contrato con la expectativa que dentro de un año y medio podamos tener estas lanchas funcionando”.
En esa línea, Rossi celebró la oportunidad de reanudar esta obra, que más allá de los efectos de la pandemia, la “Argentina comienza a percibir signos de recuperación”. “Me parece que este hecho cobra mayor relevancia porque significa empezar a apuntalar el desarrollo de una industria que a mi criterio es una industria estratégica, como es la industria de la defensa”, sostuvo, y concluyó: “La industria de la defensa es fuertemente multiplicadora de la actividad económica en todos los países del mundo y Argentina tiene la posibilidad de poder hacerlo también”.
Se trata de un proyecto de producción de embarcaciones que potencia el equipamiento de las Fuerzas Armadas, fomenta la industria para la defensa e impulsa el trabajo nacional. Dicho proyecto comenzó a desarrollarse en el año 2015 y se prolongó hasta 2018, cuando la obra fue paralizada por decisión del gobierno de Mauricio Macri.
El astillero Tandanor se sumará como otro eslabón en la cadena de producción nacional de las LICA a partir de la fabricación de los ejes porta hélices de las lanchas de instrucción que tienen una eslora de 36 metros, una manga de 8 metros y capacidad para 40 tripulantes.
La LICA es una lancha de instrucción para cadetes, construida en acero naval, proyectada para dar instrucción segura en el mar y que les permita adiestrarse en el ambiente marino en navegación básica y avanzada, control de averías, reaprovisionamiento en el mar en una plataforma segura y robusta.
La lancha tendrá una cubierta principal corrida y saltillo a proa y un doble fondo desde el mamparo proel de sala de máquinas hasta el taquillero de proa. Todos los alojamientos para los cadetes estarán bajo la cubierta principal, los oficiales y las aulas estarán por encima de dicha cubierta. Sobre la superestructura de la habitabilidad se situará el Puente con cuarto de derrota y comunicaciones, de amplia visibilidad, y acceso por el interior y el exterior.
El buque desarrollará una velocidad máxima igual o superior a los 11,5 Nudos y una velocidad crucero de 10 Nudos. Para ello dispondrá de dos hélices de paso fijo, cada una de ellas acoplada a un motor diésel.
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