El Clavel, el Forest, el Faxon, el Fortune y el Petunia son el nuevo foco de confrontación diplomática entre Estados Unidos, Irán y Venezuela. Estos cinco tanqueros iraníes cargados con combustible navegan en estos momentos por el Océano Atlántico en su ruta marítima hacia Venezuela, y el primero de ellos podría alcanzar puertos venezolanos durante esta semana.
La misión de esta flotilla de naves es suplir al agobidado régimen de Nicolás Maduro de gasolina para paliar la escasés de combustible que sufre el país bolivariano en las últimas semanas, esto a pesar de ser uno de los mayores productores de petroleo del mundo y a tener unas reservas incalculables del hidrocarburo en su suelo.
El embajador iraní ante Venezuela defendió el miércoles el envío de cinco buques tanque con gasolina a la nación sudamericana, afirmando que ambos países tienen derecho a comerciar libremente.
El embajador Hojjatollah Soltani aseguró que las convenciones internacionales protegen las crecientes relaciones entre los dos países, los cuales son objeto actualmente a sanciones estadounidenses por acusaciones de vínculos con el terrorismo y el narcotráfico.
"Las relaciones entre Irán y Venezuela no amenazan a nadie; no es peligroso para nadie", dijo Soltani en conversación con corresponsales en la embajada iraní en Caracas.
Se espera que el Fortune arribe el viernes 22 de mayo al Puerto José, ubicado en el estado Anzoátegui, con el primer cargamento de 1,5 millones de barriles de gasolina, un aproximado de 240 millones de litros.
Otros cuatro, Clavel, Faxon y Petunia, que siguen la ruta hacia Venezuela, llegarían en las próximas semanas. Una quinta embarcación también podría arribar a costas venezolanas, aunque no está claro porque figura como «ordenado a América del Sur», sin especificar un país concreto.
Un funcionario estadounidense le dijo a Reuters que Washington estudiaba cómo responder a un envío que desafía abiertamente sus sanciones y este martes el Departamento del Tesoro sancionó a una empresa china auxiliar de la aerolínea iraní Mahan Air, a la que acusa de colaborar con el «terrorismo» y sacar oro de Venezuela.
Buques militares estadounidenses patrullan habitualmente las aguas del Caribe, cercanas a la ruta probable de los cargueros iraníes. La Cuarta Flota de Estados Unidos, con base en Jacksonville, Florida, es la responsable de todas la operaciones en la región y tiene en estos momentos desplegados en el Mar Caribe varios destructores de la Clase Arleigh Burke y Buques de Combate Litoral de la Clase Freedom.
Los cinco buques fueron cargados cerca de la localidad de Bandar Abbas, territorio en el que se encuentra una de las refinerías más importantes del país. Partieron a finales de abril y la semana pasada cruzaron el Canal de Suez para alcanzar el mar Mediterráneo.
De acuerdo con datos de Associated Press, los cinco barcos tienen una capacidad total de 175.000 toneladas métricas y en el mercado internacional, esta importación de gasolina tendría un precio aproximado de 45,5 millones de dólares. Sin embargo, creen que Venezuela negoció un descuento con Irán.
Los cinco tanqueros, actualmente en alta mar, deberán llegar a Venezuela en los próximos días. Vienen con el objetivo de aliviar una aguda escasez de combustible en el país sudamericano, incluso en la capital Caracas, que en ocasiones anteriores no había sido sufrido desabastecimientos de ese tipo.
Aunque Venezuela tiene las mayores reservas petroleras del mundo, la producción ha caído en picada las últimas dos décadas, algo que los críticos atribuyen a la corrupción y mala administración durante gobiernos socialistas. La producción también se ha visto golpeada más recientemente por las sanciones estadounidenses aplicadas con el objetivo de sacar del poder al presidente Nicolás Maduro.
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