Pekín ha pedido a París anular un contrato de 25 millones de euros con la marina taiwanesa, destinado a la modernización de seis fragatas vendidas en 1991. Francia estima que solo se trata de actualizar sus sistemas electrónicos, y que Pekín debería ocuparse de luchar contra la pandemia, en lugar de reavivar viejas polémicas.
El hecho ocurrió hace un par de días cuanco China le pidió a Francia que cancelara el contrato firmado con Taiwán y le advirtió que la venta a la isla podría "dañar las relaciones entre París y Pekín".
El contrato prevé la venta de equipos para unas fragatas que Francia vendió a Taiwán en 1991, una venta que provocó entonces una grave crisis diplomática entre París y Pekín.
La marina taiwanesa indicó el 7 de abril pasado en un comunicado que tenía la intención de modernizar estas fragatas Lafayette de fabricación francesa. El contrato total de la venta asciende a más de 24,6 millones de euros con la empresa francesa DCI-DESCO, rama de la DCI (Défense conseil international).
Francia rechazó las críticas de China y la invitó más bien a "centrarse" en la lucha colectiva contra la pandemia de coronavirus que surgió en Wuhan en diciembre. "Frente a la crisis de Covid-19, toda nuestra atención y todos nuestros esfuerzos deben centrarse en la lucha contra la pandemia", declaró la Cancillería francesa.
Para Taiwán, la defensa marítima ocupa un papel determinante en caso de ataque chino y existe una preocupación constante por mantener al día sus capacidades. Esto debido a que para China, Taiwán no es un país independiente, sino una provincia renegada que, tarde o temprano, se reunificará al país continental.
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