La planta para fabricar los fusiles de asalto Kalashnikov que se construye actualmente en Venezuela se inaugurará entre 2020 y 2021, informó a la prensa en el marco del Salón Internacional Aeroespacial MAKS 2019 el director del Servicio Federal ruso de Cooperación Técnica Militar (FSTVS, por sus siglas rusas), Dmitri Shugáev.
Citado por el medio de comunicación RT, Shugáyev aclaró que la fábrica se abrirá "tomando en consideración la situación actual" en el país. Se preveía que la construcción terminara ya este año, pero la fecha de inauguración ha tenido que ser aplazada en varias ocasiones: "Respecto a [la fábrica de fusiles Kalashnikov en] Venezuela, entre 2020 y 2021, tomando en consideración la situación actual" declaró.
"Hoy tenemos contratos existentes con Venezuela, y nosotros, hasta donde la situación lo permita, continuamos realizando el mantenimiento del equipo entregado anteriormente", dijo Shugáyev y agregó que "brigadas de empresas industriales rusas" trabajan en Venezuela para ayudar a reparar equipos a sus colegas de este país latinoamericano.
El director ejecutivo de la corporación estatal rusa Rostec, Serguéi Chémezov, declaró a principios de junio en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo que Estados Unidos se ha encargado de obstruire la construcción de la fábrica, aunque aseguró que se construirá a pesar de todo.
"Estamos construyendo una planta para la producción de fusiles de asalto Kaláshnikov y municiones. Debido a las sanciones, la construcción se ralentiza constantemente: se corta el suministro de electricidad o no dejan entregar los componentes, sin embargo, nosotros seguimos, y espero que terminemos la construcción de esta planta", dijo Chámezov en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
En esta planta se producirían en masa los fusiles de asalto AK-103, el principal arma personal de las Fuerzas Armadas de Venezuela. Estos fusiles, que llegaron a reemplazar a los FN-FAL en uso hasta hace un par de años, es la nueva versión del legendario AK-47 soviético.
Actualmente es fabricado en Rusia, tiene el mismo calibre que su predecesor (7,62 mm) y surgió como respuesta al cartucho 5,45 x 39 (de bajo impacto) del AK-74 del cual tomó el compensador alargado que tiene en la boca del cañón; los cargadores de plástico del AK-47 y el AKM rusos encajan en este fusil, al igual que los del Tipo 56 chino y el Rk 62 finlandés.
El AK-103 es un fusil de asalto que tiene dos modos de disparo: semiautomático y automático. Al momento de disparar, el arma tiene muy poco retroceso, lo que hace el tiro mucho más efectivo. Su peso con cargador lleno es de 3,5 kg, y eso lo hace un verdadero fusil ligero. Tiene una mira graduable a 1.000 metros y también posee un riel adaptador en su parte izquierda que sirve para colocarle un riel de extensión y así poder equipar al fusil con cualquier tipo de mira telescópica, punto rojo, ACOG, etc. (de hecho, la extensión ya mencionada permite la instalación de la mira óptica y así se evita que ni esta ni las miras mecánicas interfieran entre sí); su facilidad de reaprovisionamiento, recarga y se caracteriza por tener la posibilidad de disponer de una culata plegable. Por lo tanto es una variante del AK-74M, pero que dispara el cartucho 7,62 x 39 del AKM.
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