Con una gran dosis de realismo, se vivió el segundo día del Ejercicio Ángel de los Andes 2018. Los hombres y mujeres de los 12 países que participan en este importante evento internacional vivieron hoy un caótico escenario que simulaba un desastre natural de grandes magnitudes, un terremoto 7.5 grados en la escala de Richter que tuvo como epicentro la región del magdalena medio.
Por este motivo, hasta el municipio de Puerto Boyacá llegaron aviones y helicópteros de la fuerza militar multinacional, con el fin de realizar una misión de evacuación masiva de heridos desde la zona de la tragedia simulada, para luego ser transportados a bordo de un avión ambulancia L-100 de la Fuerza Aérea del Perú hasta terreno seguro.
El escenario incluyó la adecuación del aeropuerto más cercano a la zona afectada, para establecer allí una base logística que permitiera la atención rápida y oportuna de los damnificados. Para ello se efectuaron lanzamientos de paracaidistas, carga e insumos médicos sobre el aeródromo sobre la Base Aérea de Palanquero ubicado en Puerto Salgar (Cundinamarca) y sobre el Aeródromo de Velazques cerca a Puerto Boyacá (Boyacá), lugares desde donde saldrían las aeronaves con los evacuados.
Luego, tras sobrevolar la zona afectada por el terremoto y analizar los daños, dos helicópteros UH-60 Black Hawk de la fuerzas aéreas de Colombia y Brasil efectuaron el rescate de los heridos para luego ser transportados en una aeronave de ala fija medicalizada, donde pararescatistas de los Estados Unidos mantuvieron estables signos vitales de los pacientes hasta llevarlos a centros médicos especializados.
Esta misión fue valiosa para estandarizar los procedimientos, fortalecer la interoperabilidad entre países aliados y las coordinaciones entre los grupos de rescate participantes con las distintas salas de crisis que atendieron la tragedia; mejorando las posibilidades de una respuesta internacional efectiva cuando un país de la región sufra una emergencia de este tipo.
Justamente durante la noche de este jueves 06 de agosto, pocas horas después de realizarse este simulacro, una cadena de movimientos sísmicos sacudieron con escasos minutos de diferencia el territorio de Ecuador, Panamá, Colombia, Chile y Perú, con magnitudes que oscilaron entre los 5.9 a 6.6 grados en la escala de Richter
Según informes del Instituto Geofísico de Ecuador, el movimiento telúrico de magnitud 6.6 se registró a 5.9 kilómetros de Cumandá, provincia de Chimborazo, y a una profundidad de 112 kilómetros.
Solo minutos después, Perú registró un movimiento de 6.4 y Panamá de magnitud 5.6, tuvo su epicentro a 15 kilómetros al sudeste de la localidad de Yaviza, según reportó el Servicio Geológico de Estados Unidos. Además un sismo de 5.8 le siguió en Chile.
Estos sismos se registraron en el famoso "Cinturón de Fuego del Pacífico", situado en las costas del océano Pacífico; una región que se caracteriza por concentrar algunas de las zonas de subducción más importantes del mundo, lo que ocasiona una intensa actividad sísmica y volcánica en las zonas que abarca.
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