Airbus cumplió con creces sus previsiones para 2017 en todos los principales indicadores de rendimiento, impulsados por un fuerte comportamiento subyacente, pese a los problemas con los motores del A320 y los del A400M, según los resultados económicos del grupo hechos públicos esta mañana.
El beneficio neto se incrementó hasta 2.873 millones de euros frente a los 995 millones de euros del año anterior, tras los Ajustes del EBIT, con un beneficio por acción de 3,71 euros (2016: 1,29 euros). El resultado financiero se situó en 1.149 millones de euros frente a los -967 millones de euros de 2016.
"A pesar de los persistentes problemas con los motores del A320neo, continuamos con el aumento de la cadencia de producción y finalmente entregamos un número récord de aviones. En el A400M, avanzamos en el frente industrial y de capacidad y acordamos establecer una nueva base con los clientes del sector público, lo que reducirá significativamente los riesgos restantes del programa. Esto se refleja en un sustancial cargo no recurrente. En conjunto, la fortaleza de nuestros logros en 2017 se refleja en nuestra propuesta de dividendo, que se incrementa en un 11% frente a la cifra del año pasado. Esto respalda asimismo nuestro panorama de crecimiento de los beneficios y la tesorería de cara al futuro" ha dicho el consejero delegado del grupo, Tom Enders.
Los ingresos se mantuvieron estables en 66.800 millones de euros frente a los 66.600 millones de euros del año anterior, pues el mayor número de entregas de aviones quedó contrarrestado por la reducción de los ingresos de unos 2.000 millones de euros debido a cambios en el perímetro de consolidación.
Los ingresos de Commercial Aircraft aumentaron un 3,5%, con un récord de entregas de 718 avionesm frente a los 688 aviones de 2016, cifra compuesta por 558 de la familia A320, 78 A350 XWB, 67 A330 y 15 A380. Los ingresos de Helicopters fueron ligeramente inferiores, con la entrega de 409 unidades frente a las 418 unidades del año precedente. Los ingresos en Defence and Space reflejaron cambios de perímetro en la División que representaron unos 1.700 millones de euros, pero fueron un 7% más altos sobre una base comparable, impulsados sobre todo por aviones militares.
En el programa A400M, se realizaron buenos progresos en el frente industrial, entregándose 19 aviones frente a los 17 de 2016. La tasa de producción se ajustó para recalibrar los niveles de existencias, mientras que se estableció una nueva línea de base para la hoja de ruta de la capacidad militar.
En 2017, Airbus inició conversaciones con la OCCAR y las naciones clientes que dieron lugar este mes a la firma de una declaración de intenciones (DoI), acordando el establecimiento de una nueva base global del contrato, incluyendo un calendario de entrega de aviones revisado, una hoja de ruta de capacidad técnica actualizada y un calendario de retrofit revisado.
La DoI representa un paso importante para alcanzar un acuerdo contractualmente vinculante, mitigando asimismo la exposición comercial y satisfaciendo al tiempo las necesidades del cliente con respecto a capacidades y disponibilidad del avión. Con una hoja de ruta clara en vigor, se espera que la exposición residual de Airbus de cara al futuro sea más limitada. Una revisión detallada del programa concluida en el cuatro trimestre de 2017, incluyendo una estimación del efecto financiero de las adaptaciones del calendario, las capacidades y el retrofit, dio lugar a una actualización de la provisión para contratos que registran pérdidas de 1.299 millones de euros en el ejercicio.
Para el presente año, Airbus espera entregar en torno a 800 aviones comerciales, con sujeción a que los fabricantes de motores cumplan sus compromisos. Como base para sus previsiones, Airbus espera que la economía mundial y el tráfico aéreo crezcan de acuerdo con los pronósticos independientes actuales, que no presuponen distorsiones importantes.
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