La aeronave, identificada como un entrenador avanzado con capacidad de ataque ligero L-39 Albatros, fue derribada por ametralladoras antiaéreas pertenecientes a terroristas, según indicaron fuentes locales.
Fuentes del Gobierno sirio dijeron que un avión se estrelló por un supuesto error técnico. La ONG sostuvo que el cadáver está en manos de los grupos armados que operan en Idleb, adyacente al noreste de la vecina provincia de Hama.
Hasta el momento se desconoce qué célula terrorista llevó a cabo el ataque. Sin embargo, algunas fuentes han atribuido la autoría al llamado Ejército Libre de Idlib, compuesto por varias facciones terroristas que actúan en las provincias de Idlib y Hama (región central).
Más tarde apareció un video que supuestamente muestra la ejecución del piloto de la aeronave por terroristas del Frente Al Nusra. Los militantes presuntamente lo decapitaron en la aldea de Um Haratain, en el norte de Hama, que es el lugar de feroces enfrentamientos entre los combatientes y las fuerzas gubernamentales.
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