A más tardar, en dos años Colombia contará con su propio satélite militar, que se podrá utilizar para, entre otros, monitorear los cultivos ilícitos y la restitución de tierras. Así lo afirmó el comandante de la Fuerza Aérea Colombiana, general Carlos Eduardo Bueno, al explicar en entrevista con el diario El Tiempo cómo se transformará esa fuerza para enfrentar los desafíos del posconflicto y asegurar las capacidades de defensa y soberanía nacional.
El alto oficial aclaró que el artefacto, un nanosatélite, estará en funcionamiento a mas tardar en el año 2018 y será operado por la Fuerza Aérea desde la Base Aérea Marco Fidel Suarez.
Dede ahí se podrá vigilar el territorio nacional diariamente además de ayudar en el desarrollo urbano, restitución de tierras, sustitución de cultivos ilícitos, atención de desastres naturales e incendios forestales; gracias a las imágenes de alta resolución que que se obtienen se pueden obtener.
Esta no es la primera vez que Colombia está interesado en poner un satélite en órbita. Desde el año 2009 se han adelantado diversos procesos y licitaciones con el fin de adquirir satélites de comunicaciones y de reconocimiento que han resultado fallidos ya sea por falta de oferentes o por el rechazo de propuestas por aspectos económicos y por razones de carácter técnico.
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