Rusia ha comenzado a retirar una cantidad significativa de tropas y equipo militar de Siria tras la salida del expresidente sirio Bashar al-Assad, según han informado dos funcionarios de Estados Unidos y un funcionario occidental con acceso a inteligencia relevante.
Este retiro ha sido descrito como de gran envergadura y de gran importancia, comenzando la semana pasada. Sin embargo, aún no está claro si será un movimiento permanente. La inteligencia estadounidense y occidental sugiere que Rusia está intentando determinar si Hayat Tahrir al Sham (HTS), el principal grupo rebelde que ahora controla gran parte de Siria, estaría dispuesto a negociar un acuerdo que permita a Rusia mantener bases clave en el país, como la base aérea de Khmeimim en Latakia y la instalación portuaria de Tartus.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, comentó en una rueda de prensa la semana pasada que Rusia se mantiene en contacto con los rebeldes en Damasco. "Debemos mantener contacto con quienes controlan la situación sobre el terreno, ya que, como mencioné, tenemos instalaciones y personal en el área", declaró.
Según dos funcionarios estadounidenses, Rusia ha comenzado a trasladar activos navales desde Siria hacia Libia. Además, un funcionario de defensa indicó que Moscú ha aumentado su presión sobre el comandante del Ejército Nacional Libio, Khalifa Haftar, con el fin de asegurar su presencia en un puerto en Bengasi.
Sin un puerto en Libia, y si se ve obligada a abandonar Tartus, Rusia quedaría sin un puerto en el mar Mediterráneo para proyectar poder sobre el flanco sur de la OTAN. La pérdida de Tartus, incluso de forma temporal, también dificultaría el transporte de materiales ilícitos entre Rusia y África, señaló el funcionario de defensa.
Los aviones de carga registrados en el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia también han llegado a la base de al-Khadim en Libia al menos siete veces en menos de una semana, según registros de vuelos e imágenes satelitales. Esta base ha sido históricamente un punto de partida para las operaciones rusas en África, incluyendo aquellas vinculadas con la compañía Wagner, acusada de abastecer a fuerzas paramilitares sudanesas acusadas de crímenes de guerra.
CNN informó la semana pasada que, según imágenes satelitales obtenidas por Maxar, Rusia parecía estar preparando su salida de Siria, con aviones cargando equipos en sus bases militares.
Una imagen tomada el 13 de diciembre por Maxar muestra aviones rusos cargando equipo en la base aérea de Khmeimim, en el oeste de Siria. Allí, se encontraban dos aviones de transporte militar AN-124, con las narices levantadas, lo que indicaba que estaban listos para cargar. En la misma base, un helicóptero de ataque Ka-52 estaba siendo desmontado, probablemente para ser transportado. También se observaban partes de un sistema de defensa aérea S-400 siendo empacadas.
Este reposicionamiento también ha sido documentado en videos capturados a lo largo de la costa siria y verificados por CNN. Un video publicado en redes sociales mostraba al menos tres sistemas de misiles tierra-aire rusos desplazándose hacia el sur, en dirección al puerto de Tartus. Otro video, compartido por el periodista Wassim Nasr y geolocalizado por CNN, mostraba un convoy de vehículos blindados avanzando hacia el norte en la misma carretera, con la bandera rusa ondeando.
El Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, expresó el sábado que no podía comentar sobre un posible retiro de Rusia. Sin embargo, el portavoz del Pentágono, el general mayor Patrick Ryder, afirmó el lunes que EE. UU. ha podido operar con mayor libertad en Siria para llevar a cabo operaciones contra el ISIS, debido a que los sistemas de defensa aérea rusos, que representaban una amenaza para los aviones estadounidenses, ya no están activos en el país.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, no especificó si EE. UU. está presionando al gobierno interino de Siria para que expulse a todas las fuerzas rusas, pero subrayó el historial brutal de Rusia en el país. "No entraré en detalles sobre las conversaciones que hemos tenido, pero como mencioné la semana pasada, la disposición de esas bases rusas en Siria debe ser decidida por el pueblo sirio", comentó Miller en una rueda de prensa.
"Cuando se analiza la historia de Rusia en Siria, es claro que ha sido cómplice de la masacre de cientos de miles de civiles. Rusia apoyó a un régimen brutal que utilizó armas químicas contra su propio pueblo, que mató a su propia gente. Por lo tanto, Rusia tiene mucho que responder por sus acciones en Siria", agregó.
Las fuerzas del Comando Central de EE. UU. han llevado a cabo varios ataques aéreos contra campos y operativos del ISIS en Siria desde la destitución de Assad a principios de diciembre, incluyendo ataques el lunes pasado.
"Una de las principales diferencias ahora en Siria es el espacio aéreo. Anteriormente, teníamos que lidiar con las defensas aéreas del régimen sirio y de Rusia, lo que en muchos casos limitaba nuestra capacidad de operar en esas zonas. Ahora, el entorno es mucho más permisivo para nuestras operaciones", comentó el general Ryder.
Rusia Inicia un Retiro a Gran Escala de Siria, Según Funcionarios de EE. UU. y Occidente |