(www.webinfomil.com / Roberto García H) La naturaleza de la guerra en contra del terrorismo que se vive en Colombia, ha hecho que gran parte de la estrategia en contra de las guerrillas de las Farc esté basada en mayor parte en el uso de fuerzas helico-portadas. Es por esto que a lo largo del tiempo las distintas Fuerzas Armadas de Colombianas han acumulado una impresionante cantidad de aparatos de ala rotatoria en sus inventarios, convirtiendo a Colombia en el segundo usuario de helicópteros en el continente americano, solo superado por una potencia militar como lo es Estados Unidos.
Debido a la intensidad con la que se combate en el conflicto interno colombiano y al alto numero de misiones a las que son sometidos, es bastante común encontrar helicópteros de las distintas Fuerzas Armadas que han sufrido impactos de armas pequeñas como fusiles y ametralladoras, así mismo tampoco es extraño encontrar ataques documentados a este tipo de aeronaves con cohetes anti-tanque tipo RPG o cohetes artesanales fabricados por los mismos terroristas en su intento por derribar dichos aparatos.
Pero el afán de los grupos terroristas por mermar la ventaja táctica que representa el uso de helicópteros en una guerra asimétrica, los ha llevado a desarrollar algunas estrategias desesperadas como lo es el uso de cables de acero atravesados entre cimas de montañas y otras, en algunas ocasiones altamente efectivas como lo es el uso de campos minados en lugares previamente identificados como posibles zonas de aterrizaje.
Desde hace tiempo han existido antecedentes de helicópteros derribados por este tipo de cargas explosivas, instaladas en zonas de aterrizaje que no son previamente aseguradas por el personal de tierra, o que por el simple exceso de confianza tanto de las tripulaciones como de las tropas en el terreno no son sometidas a todas las revisiones de seguridad necesarias para garantizar un aterrizaje seguro. Muestra de ello son incidentes como por ejemplo el del helicóptero tipo Bell 206B JetRanger de la Fuerza Aérea Colombiana con matrícula FAC4474 ocurrido en Melgar, Cundinamarca, en el que murieron sus tres tripulantes; o el incidente ocurrido en la zona rural del municipio de Granada, Antioquia, en el cual el helicóptero tipo UH-60L Black Hawk matricula FAC4135 calló en un campo minado, dejando heridos de consideración a cuatro de sus ocupantes.
El caso que traemos fue documentado por el sistema electro-optico Toplite de un helicóptero de ataque AH-60L Arpía III, el cual se encontraba realizando la misión de escolta a un helicóptero UH-60L Black Hawk de la Aviación del Ejército; el cual a su vez se encontraba realizando el abastecimiento de suministros a tropas de tierra que se encontraban realizando misiones ofensivas en contra de los narco-terroristas de las Farc.
En la grabación se observa como el helicóptero de la Aviación del Ejercito, se posa sobre el terreno sin ninguna novedad, luego los soldados de tierra proceden a descargar del helicóptero los víveres y munición enviados. Momento que es aprovechado por los terroristas para detonar el artefacto explosivo, intentando así, además de destruir la aeronave, asesinar la mayor cantidad posible de militares.
Afortunadamente, la carga explosiva no estaba en un lugar en el que pudiera causar mas daño y no tuvo el poder suficiente para destruir la aeronave o al menos herir a los soldados en tierra. El Black Hawk, gracias a su robusto diseño fue capaz de soportar adecuadamente esta situación extrema a la que se vio sometido. Igualmente, la oportuna reacción de la tripulación de la aeronave pudo poner a salvo el aparato y la vida de los que se encontraban a bordo en el momento de la explosión.
Luego de poner el helicóptero a salvo en una base avanzada del Ejercito Nacional, se inspeccionaron los daños producidos por la explosión y se hallaron averías fácilmente reparables como lo son el reemplazo del estabilizador horizontal y reparaciones menores en el rotor de cola.
Con esto queda una vez mas demostrado el valor y la importancia de cada UH-60 Black Hawk que hace parte del inventario de nuestras Fuerzas Armadas, también se demuestra el valor, valentía, arrojo y profesionalismo de las tripulaciones que día a día llevan estas potentes maquinas al combate.
Debido a la intensidad con la que se combate en el conflicto interno colombiano y al alto numero de misiones a las que son sometidos, es bastante común encontrar helicópteros de las distintas Fuerzas Armadas que han sufrido impactos de armas pequeñas como fusiles y ametralladoras, así mismo tampoco es extraño encontrar ataques documentados a este tipo de aeronaves con cohetes anti-tanque tipo RPG o cohetes artesanales fabricados por los mismos terroristas en su intento por derribar dichos aparatos.
Pero el afán de los grupos terroristas por mermar la ventaja táctica que representa el uso de helicópteros en una guerra asimétrica, los ha llevado a desarrollar algunas estrategias desesperadas como lo es el uso de cables de acero atravesados entre cimas de montañas y otras, en algunas ocasiones altamente efectivas como lo es el uso de campos minados en lugares previamente identificados como posibles zonas de aterrizaje.
Desde hace tiempo han existido antecedentes de helicópteros derribados por este tipo de cargas explosivas, instaladas en zonas de aterrizaje que no son previamente aseguradas por el personal de tierra, o que por el simple exceso de confianza tanto de las tripulaciones como de las tropas en el terreno no son sometidas a todas las revisiones de seguridad necesarias para garantizar un aterrizaje seguro. Muestra de ello son incidentes como por ejemplo el del helicóptero tipo Bell 206B JetRanger de la Fuerza Aérea Colombiana con matrícula FAC4474 ocurrido en Melgar, Cundinamarca, en el que murieron sus tres tripulantes; o el incidente ocurrido en la zona rural del municipio de Granada, Antioquia, en el cual el helicóptero tipo UH-60L Black Hawk matricula FAC4135 calló en un campo minado, dejando heridos de consideración a cuatro de sus ocupantes.
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| Captura del video grabado por el sistema Toplite del Helicóptero Arpía que escoltaba la aeronave atacada. |
En la grabación se observa como el helicóptero de la Aviación del Ejercito, se posa sobre el terreno sin ninguna novedad, luego los soldados de tierra proceden a descargar del helicóptero los víveres y munición enviados. Momento que es aprovechado por los terroristas para detonar el artefacto explosivo, intentando así, además de destruir la aeronave, asesinar la mayor cantidad posible de militares.
Afortunadamente, la carga explosiva no estaba en un lugar en el que pudiera causar mas daño y no tuvo el poder suficiente para destruir la aeronave o al menos herir a los soldados en tierra. El Black Hawk, gracias a su robusto diseño fue capaz de soportar adecuadamente esta situación extrema a la que se vio sometido. Igualmente, la oportuna reacción de la tripulación de la aeronave pudo poner a salvo el aparato y la vida de los que se encontraban a bordo en el momento de la explosión.
Luego de poner el helicóptero a salvo en una base avanzada del Ejercito Nacional, se inspeccionaron los daños producidos por la explosión y se hallaron averías fácilmente reparables como lo son el reemplazo del estabilizador horizontal y reparaciones menores en el rotor de cola.
Con esto queda una vez mas demostrado el valor y la importancia de cada UH-60 Black Hawk que hace parte del inventario de nuestras Fuerzas Armadas, también se demuestra el valor, valentía, arrojo y profesionalismo de las tripulaciones que día a día llevan estas potentes maquinas al combate.
